Rescate

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Amaris
Roció iba adelante caminando, mientras yo iba detrás de ella observando que no hubiera nada sospechoso, habíamos llegado una hora antes al pueblo, todo era muy normal excepto por los niños que estaban en el suelo sucios y muy delgados, había vagabundos casi por todas las esquinas, la pinta que tenía este pueblo no era buena, todo se miraba triste y tan pobre

— ¿porque todo se ve en miseria?¿ No era este una país próspero?—pregunte a roció recordando las palabras que mi tía me había dicho, roció llevo su mirada y observo el pueblo
—No todo era así hubo un tiempo donde todo era bueno y había paz no había falta de comida, pero desde que llegó la reina, solo se ha encargado de dejar en ruinas lo que queda del país— su rostro estaba pálido y unas lágrimas caían de sus ojos llegando hasta sus mejillas, algo en mis entrañas se conmovió, me acerque más a ella y tomé su mano esta tibia y es suave.
—No puedo decir que te entiendo, por qué estaría mintiendo donde yo me crie es muy distinto a esto y esto es nuevo para mí, pero si puedo decirte que haré lo posible para sacar al príncipe, derrotar a la reina y que esté reino vuelva a hacer lo que un día fue—ella apretó fuerte y mano y sus ojos brillaban con esperanza, le sonríe y solté su mano—vamos tenemos dos chicos que rescatar—ella asiento y siguió caminado.

Entramos rumbo a un mercado, la gente caminaba por todos lados vendiendo otras probándose ropa, habían guardias en cada esquina, tenía que buscar uno para que me guiara al camino donde estaba el príncipe, mire a mi alrededor y note una mirada en nosotras era un grupo de chicos en una esquina, su aspecto y la forma de mirar solo daban a entender que son "ladrones" me acerque más a roció y le susurré
—no te apartes de mí, y no voltees a ver atrás, camina a tu izquierda y detente cuando yo te haga señal— ella se tensó y volteo a ver
—¿por qué?¿qué está pasando?— estaba asustada, la entendía es muy peligroso andar sin compañía, más cuando todos aquí mueren de hambre
—solo hazme caso— ella asintió e hizo lo que le dije, me aleje de ella un poco tome una de mis dagas y camine a paso lento, los pasos del grupo de chicos era rápido casi sentía su presencia detrás de mi espalda, hice como si no me diera cuenta hasta alejarme lo más posible del mercado.

Los árboles nos comenzaban a rodear, hasta que me detuve roció estaba viviéndome y después desvió su mirada por encima de mi hombro ellos estaban detrás de mí.

—Vaya, Vaya pero que tenemos aquí dos damas solas, sin nadie que las cuide— suspire y me di la vuelta enfrentándolos, eran en total cuatros chicos delgados, pálidos con una ropa rota y sucia — mira una chica enmascarada, cariño por qué no te quitas esa máscara y nos dejas ver tu precioso rostro además de tus hermosos ojos— suspire extendí y mano y lo apunte con mi daga en dirección a su rostro.

— porque no mejor tú y tus perros se van de aquí y nos dejan en paz— mi voz era fea y dura, el chico me vio asustado, pero era más grande su orgullo
— porque no mejor nos dan todo lo que tienes y luego nos deshacemos de usted— me aleje de él y me acerque a roció.
—cúbrete los ojos no te va a gustar nada—ella me vio con terror y los cerró con mi otra mano tomé mi espada
— quiero verlos intentar tocarnos sin que antes sean ustedes los que acaben muertos — el chico río e hizo seña
—atrápenla.

los chicos se acercaron a mi uno intento tomarme del cuello puse mi mano encima de la suya la torcí, pase por debajo de su brazo y lo enredé como pies haciendo que esta cayera salto de vuelta por encima mío, cayó al suelo y gruñó me incorporé rápidamente alce mi espada y lo herí, otros se acercó a mi fui más rápida y atravesé su pecho con mi espada, sangre comenzó a salir de su boca, Saque mi espada y volví a ver al chico.
—siguiente—sonreí con la sangre en mi mascara y la ropa, el chico me vio horrorizado, se acerca a mí y intenta lanzarme un puñetazo, atrapo su puño en el aire, le doy una patada en el pecho, después en la rodilla cuando él está de rodilla le doy una última en la cabeza, alzó mi espada y lo decapito, la sangre salpica en mi ropa y la de roció quien grita viendo la escena sangrienta
—¿Amaris que hiciste? —su voz temblaba con miedo, suspire y me quite la máscara dejando que ella vea mi rostro
—roció, soy una guerrera y protejo a los míos, ellos iban a robarnos, después tocarnos y por último matarnos como animales así que ya sabes por lo hice— hablé bruscamente mientras limpiaba mi máscara
—Amaris— levante mi rostro y la mire ella me miraba atónita como si fuera algo hermoso— tus ojos— susurro mirándome con asombro.
—¿Qué pasa con mis ojos?—pregunte restándole importancia sabía que cuando me enojo ellos cambian de color a un tomo rosado brillante con morado alrededor tres colores rosado fuerte, luego rosado neón y finalmente un morado lo había descubierto cuando había peleado con mi madre porque no me dejaban salir
—son hermosos—exclamó con asombro y dulzura, asentí y me volví a colocar la máscara
—si lo se mira solo tú puedes ver mi rostro y mis ojos hoy en la noche necesitaré tu ayuda y ocupo que lo mantengas en secreto—ella asintió y suspire volví a ver los cuerpos ya muertos—vamos que entre más dilatemos más difícil será.

Caminamos por el bosque evitando que nos vieran, tenía que localizar a un guardia y así poder crear una distracción
—roció avísame si un guardia— ella asintió— este es el plan cuando encontremos al guardia lo voy a hipnotizar una de mis habilidades, necesito que te acerques y busque una entrada hacia el palacio camino a las mazmorras nadie puede saber qué entramos, cuando veas que no hay guardia entra e intenta localizar al príncipe y su escudero cuando lo hayas localizado me gritas para poder liberarlos — solo esperaba que todo saliera bien

Caminamos más de unos kilómetros hasta que localice a un guardia, hice seña a roció para que ella avanzara en lo que iba al guardia, roció me sonrió y se alejó

Camino lento y hago un gesto de dolor para llamar la atención del guardia

—Señor ayúdeme por favor estoy herida— dije con la voz dolorida, el guardia me observo y vio la sangre que estaba en mi ropa, se acercó a mí y apoyo su mano en mi hombro
—¿señorita que tiene?— me levante y tome su mano lo empuje hasta la pared acorralándolo— ¿qué hace?— tomo su rostro entre mis manos haciendo que si vista me mire fijamente, él a ver mis ojos suspiró, dejo que mi poder salga recorriendo cada centímetro de mi cuerpo,
— Vas a ir a las mazmorras y llamarás a todos los guardias y les dirás que hubo un asesinato detrás del mercado y que la reina ordenó que todos fuera ya que es un asesino peligroso te quedarás ahí hasta que sea de noche y olvidarás que me viste a mi— la Iris de su ojo se agranda— ve ahora— me aleje de él y solo mire como se alejaba rumbo a la mazmorra, lo seguí tratando de hacer el menos ruido, el guardia entró al edificio.

—Por orden de la reina ha solicitado que todos vayamos a ver un asesinato que ha ocurrido detrás del mercado, el asesinato es altamente peligroso — comenzaron a salir los guardias detrás de él hasta no quedo ninguno, suspire vi a roció estaba detrás de un árbol, salió de su escondite y entró al edificio.

Mi corazón latía fuertemente y mis manos comenzaron a temblar, esperé por unos momentos cuando ella salió a la entrada e hizo señas de que fuera, me levanté y corrí hasta donde ella.

— Amaris— gritó haciendo señas que viera detrás de mí, voltee mi rostro y mire un guardia, tome mi espada e hice un corte horizontal en el pecho del hombre este cayó al suelo, seguí corriendo hasta llegar donde ella — están adentro en la tercera y cuarta— asentí, entre y busqué las mazmorras hasta que los localice en la primera había un chico deje que mi poder fluyera atravez de la espada y esta brillo cuando el fuego comenzó a brotar hice cortes a los barrotes estos cayeron dejando una gran abertura.
—Sal rápido y corre sin detenerte hasta que veas a una chica con vestido azul, toma usa esto— extendí mi mano y le di una máscara el chico salió y se colocó la máscara salió corriendo, camine a la que está a par e hice lo mismo los barrotes cayeron y el príncipe o quien sea salió su mirada no se apartaba de mis ojos
—vamos tenemos que salir rápido, no hagas preguntas, haz todo lo que yo te diga y estaremos bien— salí corriendo, el príncipe venia detrás de mi cuando llegamos donde roció suspiró cansada al fin los había liberado y nos quedaba un largo camino

𝓐𝓶𝓪𝓻𝓲𝓼Where stories live. Discover now