•Capitulo 3•

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–¿Qué está pasando? —pregunta Wanda desconcertada.

–Thanos lo hizo. —responde Steve con los ojos cristalizados— Lo logró.

—Y que es lo que gana hacien.... —habló Sam, pero no terminó porque comenzó a desvanecerse. Se hizo polvo frente a sus compañeros.

—¡Sam! —gritó Wanda con desesperación. La Bruja Escarlata empezó a sentirse mareada y desorientada. No sentía las piernas y terminó cayendo de rodillas al suelo. 

–Hey, Wanda, mírame, ¿estás bien? —preguntó Natasha con preocupación al ver a la chica en ese estado— ¡Arriba, arriba!

Pronto todo se distorsionó para la sokoviana, como si hubiera desaparecido.

Wanda se levantó de golpe en su cama, con la respiración agitada, el cabello en la cara, llena de sudor.

Todo había sido una pesadilla.

Se tocó el pecho para controlar su respiración y empezó a mirar alrededor de su habitación para asegurarse de que realmente se encontraba ahí. Se levantó de su cama y se dirigió al baño a lavarse la cara. Al salir de ahí siente la garganta seca, por lo que sale de su habitación y dirige sus pasos hacía la cocina.

Al llegar a su destino, se sirve un vaso de agua y se lo toma de golpe, sin darse cuenta de que había una persona ahí.

–¿No puedes dormir? —pregunta Bucky sentado en una silla. Wanda dio un brinco del susto, ya que pensaba que estaba sola.

–Las pesadillas me lo impiden —dijo ella sonriéndole— ¿Y tú?

–Tenía hambre.

–Sí, ya veo —responde Wanda, divisando el frasco de ciruelas a un lado.

Wanda se iba marchando de la cocina pero Bucky la detuvo con un agarre en su brazo, que hizo estremecer a Wanda. Si un solo agarre de él le provocaba eso, no quería ni imaginar cómo se pondría en otras circunstancias. Movió su cabeza para sacar esas ideas de su mente.

–¿Puedo ir a mi habitación o me seguirás sujetando? —se dio el valor de romper el silencio.

–Sí, lo siento. —respondió Bucky nervioso— No sé que me pasó—fue lo único que dijo el Soldado. No quería ser sincero. No quería decirle que la razón por la que la sujetó fue porque no quería que se vaya, porque le gustaba su compañía.

–Está bien. —habló Wanda, con una sonrisa que tranquilizó a Barnes— Que descanses —finalizó Wanda, a lo que James solo asintió con la cabeza.

La siguió con la mirada, hasta que la perdió de vista.

«Debo dejar de comportarme como un idiota frente a ella», pensó James mientras se echaba una ciruela a la boca.

Los primeros rayos del sol daban directamente en la cara de Steve, que se removió con cuidado. Fue abriendo lentamente los ojos y notó la figura a su costado. Era Natasha. La mujer con la que quería amanecer todos los días de su vida. Se quedó un rato admirándola, hasta que la rusa abrió los ojos.

–Buenos días —habló Steve, besando la frente de la chica.

–Hola —dijo Nat, seguido de un bostezo— ¿Qué hora es?.

–Las 8:30.

–Es hora de levantarse —dice Nat, estirándose.

–Nat.. —habla Steve con cierto temor en la voz.

–Dime.

Steve estaba decidido a realizar la pregunta que venía planteándose desde hace tres meses. Así que con todo el valor del mundo le dijo a Nat lo siguiente.

–¿Qué somos? —pregunta Steve, a lo que Nat solo lo mira con confusión en el rostro— Me refiero a que llevamos meses así, comportándonos como una pareja, pero nunca he sabido con certeza si eso es lo que realmente somos.

–Steve. —habla Nat, acariciándole la mejilla— Sabes que no es necesario tener un título de pareja para serlo.

–Sí, lo sé. Me lo has dicho muchas veces, pero realmente quisiera tener algo serio contigo. Quiero que seas mi novia —aquella confesión hizo estremecer a Natasha.

–¿Estás realmente seguro que quieres que te vean conmigo? —preguntó Nat— No creo que te deje de importar que diga la gente al verte de la mano con una asesina, o que un hombre como tú, este con alguien como yo —dijo Nat con cierto tono de tristeza.

–Natasha, para aclarar, a mí no me interesa lo que los demás puedan decir. Tú ya no eres nada de eso, no eres una asesina, te redimiste y dejaste el pasado en donde pertenece. Deja de decir ese tipo de cosas, deja de dañarte y permíteme hacerte feliz.

Nat solo atinó a abrazar a Steve y le susurro al oído:

–Sí quiero Steve, hay que intentarlo —dijo separándose del abrazo y mirándolo a los ojos para acto seguido sumirse en un beso.

Después de una pequeña sesión de besos, Nat y Steve (ahora pareja oficialmente), se dirigían a la cocina a tomar desayuno e iban tomados de la mano, no les avergonzaba en lo absoluto.

–Vaya, hasta que llegan —dice Clint— Esperen un momento ¿Qué es lo que están viendo mis bellos ojos?

Todos se voltearon a ver a lo que decía Clint.

–No puede ser —dice Sam

–Lo veo y no lo creo —habla Bucky

–Lo sospeché desde un principio —sigue Pietro

–¡Steve ya no es virgen! —grita Tony, rompiendo las adulaciones de sus compañeros y haciendo al rubio sonrojarse.

–Sabía que esto pasaría —le susurra Steve a Natasha. Ambos ya hacían sentados en la mesa.

–Ya veo que es lo que estuviste haciendo —le dice Wanda a Nat.

–Ya basta de drama y sigan comiendo. No somos unos fenómenos para que nos sigan mirando así —les dice Nat.

–Steve, controla a la fiera —habla Tony

–Terminaré dejando a Pepper viuda. Es una lástima —dice Nat, logrando que Tony se callara y el resto suelte unas risas.

–Mi pequeña, está creciendo. —dijo Clint con drama— Más te vale no hacerle daño o ella te matará y luego yo te reviviré, solo para matarte de nuevo.

–Al parecer Clint sacó a relucir su lado celoso —dice Wanda.

–Espero que tú no estés pensando en enamórate Wanda, estas muy chica aún —responde Clint, a lo que Wanda solo rueda los ojos.

«Si supieras las cosas que pasan por mi cabeza» piensa Wanda.



Holaaa, hoy actualice más temprano que antes. ¿Qué les pareció el capítulo?, Comenten la parte que más les gusto.

¿Vieron el capítulo 3 de WandaVision? A mi parecer fue el mejor que nos han presentado. Me reí, me asusté, me emocioné, lloré y me sorprendí. No diré más.

Nos vemos ✨

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