Ian 3

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Alaina

La nota de voz de Ariel es extremadamente peligrosa para mi mente.

— Oye, estoy con las chicas — dice en voz alta, incluso puedo escuchar el ruido a su alrededor — Lauren está aquí conmigo, va a decirte algo —dice y escucho los cambios de teléfono — Alaina, pequeña — susurra — Pensé que no iba a decirlo otra vez pero es exactamente lo mismo que le dije a Bea cuando Zack no quería acostarse con ella, prácticamente lo mismo que me dije a mi misma cuando tuve a Dylan inconsciente en la cama de hotel — ríe perezosamente — Vas a tener que obligarlo, nena. Darle un ultimátum de que tome lo que hay o lo va a tomar otro, según lo que escuché ya lo hiciste y no funcionó, pues inténtalo nuevamente. Ian no puede resistirse tanto, es imposible. Filtrea con otros. Que se dé cuenta que no eres una niña esperando por él. Sino vas a tener que drogarlo, atarlo a la cama y tirártelo. Pero será muy doloroso y no muy inolvidable — Ariel gime con asombro — Chúpaselo antes de salir a una fiesta, que tenga en su mente tu boca en su pene. Y cuando te vea con otro, se convertirá en un loco, y sobreentenderá que no estás jugando a la casita y que quieres sexo, a veces eso funciona.

Desconecto los audífonos y los tiro en el sofá.

Había echado a Ian de la habitación. Le había dicho que no quería verlo durante la noche y me pregunto con ojitos de perro en donde iba a dormir, le dije que en el sofá, en la sala de estar, lejos de mí.

Y él tomo una almohada y se largó lentamente, solo para torturarme para que cediera. Pero no lo logró.

Y no lo haría. No lo permitiría.

Salgo de la habitación y lo veo a él acostado en el sofá más grande, súper cómodo por cierto.

Amy y Blake están riéndose del otro lado mientras él se acomoda en el gran sofá.

— Alaina, pediremos pizza — grita Blake en cuanto me ve entrar a la cocina — ¿Te apetece?
— ¡Si, gracias! — grito, abriendo el frigorífico.

Saco una cerveza y la destapo, dando un trago largo.

Camino hasta la sala para ver la obra de arte de los Dioses.

Ian semi desnudo en el sofá, boca abajo.

Blake me guiña un ojo.

— Alaina no sé si lo sabías pero el grupo se hace bromas en cada ciudad que pisen. La broma del avión fue porque ¡Estamos en Las Vegas! — yo rio — Y bueno, tú estabas en medio, lo lamento de verdad. — No te preocupes, me sentí a gusto — digo — Me he sentido a gusto, gracias por recibirme de verdad.

Blake me sonríe

— Así tenga que ver a Ian dormir en el pasillo, mientras tú estés aquí, nada es mejor.

Ian gira la cabeza, para mirarme. Sus ojos están arrepentidos pero se lo orgulloso que es, no va a llegar y decirme "lamento no habértela metido" por eso, exactamente por eso, quería matarlo.

Me siento a un lado de Amy.

— ¿Te sientes bien? — pregunta ella a mí, yo asiento segura, dándole un trago a mi cerveza — Te ves afligida.
— Amy, cariño — dice Blake, tomándole los hombros — Es obvio que Alaina e Ian tienen problemas.
— ¿Obvio? — dice ella, y niega — No lo sabía...
— Claro, cariño — dice el, suspirando — Ian está durmiendo en el sofá, y ella está molesta.

Amy me mira con compasión.

— ¿Estás molesta? — susurra — ¿Quieres un abrazo?

Blake se tapa la cara con la palma, suspirando mientras Ian se tapa la cara con la almohada para reír.

Poséeme -SAGA HEREDEROS 3-  BORRADORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora