Caminaba por las calles heladas de mi nueva ciudad, Chamonix, Francia. Pisaba despreocupadamente la cera mientras tenía las manos en mis bolsillos, a pesar de tener guantes. Movía mi cabeza al compás de la canción que sonaba en mi móvil, y notaba el pompón de mi gorro de lana moverse acorde a ella.
- Joder. - Maldije por lo bajo cuando vi que una niña pequeña me agarraba fuertemente del brazo.
Me quité el auricular para prestarle suma atención.
- A mi madre no le gustan las palabrotas. - Dijo formando un puchero.
- Jope no es ninguna palabrota. - Traté de solucionarlo.
- Dijiste joder. - Frunció el ceño.
- ¿Que haces aquí sola?. - Cambié de tema.
- Este chico me está molestando. - Dijo mientras miraba para atrás.
Copié su gesto, y me arrepentí al momento. Atrás nuestra había un chico gigante, literalmente. Debía medir metro noventa, y estaba demasiado fuerte. Su pelo era del mismo color que su ropa, es decir negra.
Ahora venía mi dilema mental.
1. Enfrentarme a él y rezar muy alto.
2.Coger a la niña y salir corriendo.
3. Salir corriendo sin la niña.No Lily, tu no eres así, no puedes abandonar a la niña.
Bueno, pues me enfrentaré a él, así la niña tendrá tiempo de escapar.
- Quedate detrás de mí, y si pasa algo sal corriendo para tu casa. - Dije mientras me ponía a su altura.
Relajé mi paso, tanto que ya no estaba avanzando. La niña no me hizo ni caso, se quedó a mi lado, así que puse mi mano en su hombro y la empujé detrás de mi.
- ¿Se te perdió algo o es que solamente eres un depravado sexual? - Levanté mi cabeza para intimidarlo, pero le llegaba a la altura de su pecho.
- ¿Que me llamaste? - Dijo cabreado mientras ahora agachaba el su cabeza para quedar a mi altura.
Pude apreciar sus tatuajes en el cuello.
- Depravado sexual. ¿También eres sordo? Como me entere que sigues molestando a la niña no voy a tener problema en patearte la cara. - Afirmé.
Ahora sonreía maliciosamente, sus ojos negros llenos de picardia brillaban.
- Creo que puedo tratar como yo quiera a mi hermana ¿Verdad Hannah? - La niña salió corriendo de detrás mía y se colocó alado de su hermano.
- ¿Hermana? ¿Es eso verdad? - Dije ahora mirándola a ella.
- Si, pero déjame irme contigo, Kool no me quiere dejar su móvil. - Puso los ojos de cachorroto.
- Lo siento muchísimo, me dijo que no dejabas de molestarla, y pensé lo que no tenía que pensar. - Mis mofletes se coloraban a pesar de las bajas temperaturas.
- Buen gesto el intentar protegerla.- Sonrió.
Le devolví la sonrisa y seguí caminando rumbo a mi casa, que estaba alado.
Cerré la puerta detrás de mi y saludé a mi madre.
- Cariño, estaba preocupada. - Me besó el moflete.
- Lo siento, estaba viendo la ciudad. - Sonreí.
-Deberías irte a la cama, te recuerdo que mañana empiezas en tu nuevo colegio. - Ahora sonrió ella.
Subí las escaleras, tan rápido como me puse el pijama me tumbé en mi cama abrigandome con el edredón.
Usaba mi teléfono intentando distraer mis pensamientos, pero conforme iba usándolo cada vez más en mi cabeza se formaban miles de dudas.
¿Hice bien en abandonar mi antigua vida? Es decir, sé perfectamente que en España nadie me esperaba con ansias, pero, huir de mi pasado me parece absurdo.
Miré mis redes sociales, las cuales no las usaba nunca porque tenía miedo de como la gente pudiera reaccionar, pero a quien le importa ya, estoy en otra jodida ciudad.
Entré en mi perfil, y dejando actuar a mi impulsividad me atreví a publicar una foto mía sabiendo que todo el mundo la vería. La foto no tardó mucho en llegar a manos de mis antiguos compañeros, los cuales me hacían la vida imposible.
Gente de todos los cursos comentaban en ella."Sigues dando pena"
"Tu padre ahora se está tirando a la directora"
"Zorra"
"Ahora no podré mirarte el culo por los pasillos"
"Que pena que te fueras, me gustaba encerrarte en el baño"
Y así cientos de comentarios más. Cambié la contraseña por letras al azar y me desinstale la aplicación, así nunca podría volver a entrar.
Apoyé el móvil en la mesilla de mi habitación y cerré los ojos.
- ¡Mierda! - Abrí los ojos de golpe. -Mi perfil es público y la foto la seguirá viendo todo el mundo. - Golpeé delicadamente mi frente.
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𝐘𝐔𝐀𝐍𝐅𝐄𝐍
RomanceMe llamo Liliam, soy Gallega pero ahora vivo en Francia con mi madre, ya que nos mudamos intentando huir de nuestro pasado. A pesar de los días el pasado se podría volver presente, y la vida sería tan injusta conmigo que me obligaría a enamorarme...