✩ ❝In The Year of '39❞ ✩

✩ Única parte ✩

In the year of '39

Hace unas décadas, durante el año 1939, en una bonita casa en Londres, Inglaterra vivían los May, Brian junto a su esposa Christine y su hija, Emily. La joven pareja gozaba del reciente aniversario de la llegada de la pequeña en sus vidas, quien cumplía su primer año de edad, mientras celebraban que Brian había finalizado su doctorado en astrofísica, el cual se sumaba a su licenciatura en física, todo esto a una corta edad debido a su asombrosa inteligencia.

Una tarde de julio, el rizado salió a ver a unos amigos, los 4 quedaron en reunirse en casa de Roger, pero Brian no llegó.

De camino a casa de su amigo, un cartel a la vista llamó su atención, este decía:

"Se requieren voluntarios interesados en el cosmos, si tú eres uno de ellos llama al siguiente numero: *******

El futuro de la humanidad podría depender de ti"

Este pequeño descubrimiento puso una chispa de emoción en el rizado, no existía nada en la Tierra que le fascinara más que el cosmos, transcribió el número en su libreta y regreso a su casa a contárselo a su esposa, después se lo diría a sus amigos.

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Cuando Brian hablaba del impredecible universo y todo lo que este albergaba era imparable, sus ojos adquirían un brillo particular y sonreía boba, pero tiernamente, tal cual que un niño. Chrissie adoraba como sus orbes destellaban cual estrellas mientras platicaba sobre aquello que tanto le apasionaba, la joven era consciente que una vez que empezaba a hablar sobre el tema no podría detenerlo, ni siquiera intentaba, podría escucharlo conversar por horas atentamente, nada le agradaba más que eso. Escucho con mucha atención lo que su esposo le relataba.

El mayor le comento que de camino a casa de Roger divisó un cartel en el cual había un número telefónico, también le dijo que no estaba seguro si debía llamar o no. Por un lado, le preocupaba el no saber completamente de que se trataba, por otro, la emoción y la curiosidad lo carcomían lentamente.

-No sé qué hacer Chris- confesó.

-Es simple Bri, no llames.

-Pero-

-Ajá- fue interrupido por la castaña- lo sabía.

Brian la miro, en su semblante se podía notar pura confusión...

-¿Qué cosa sabes, querida?

-Tú no estabas seguro de lo que querías hacer, me lo consultaste, te di una respuesta pero por lo visto, no fue lo que deseabas escuchar. Acabas de tomar una decisión.

El rizado sonrió ante la astucia de su esposa, mentalmente le agradeció por conocerlo tan bien.

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Al día siguiente, Brian volvió a quedar con sus amigos, les dijo que tenía algo muy importante que contarles, esta vez se reuniría en lo de Freddie.

Cuando llego a casa del pelinegro se encontró con todos sus amigos molestos, debido a que el día anterior habían acordado verse y el nunca llego.

-¡Pero qué falta de respeto, querido! Nos tenías muy preocupados, a Roger casi le da un colapso. - Fred fue el primero en hablar

El rubio podía parecer serio y rudo, pero por dentro les tenía una adoración a sus amigos, especialmente al rizado, eran amigos desde la infancia. Le costaba admitirlo, pero la repentina ausencia de Brian lo intranquilizo terriblemente