1. Oye Jazz, tenemos un problema.

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Jazmine amaba las aventuras, especialmente si eran románticas, como la que había vivido hace algunas semanas.

Todo a su alrededor parecía estar solucionado: Louis y Harry, su hermano y Chelsea, Luke había viajado a Virginia para hablar con Michael, Jason había hecho un corto viaje a Disney World con su prima Lucy, pero ella seguía como siempre.

La boda con Christian se acercaba y ella tenía un gran nudo en el pecho que no podía entender. Tenía lo que siempre había querido; un gran trabajo, un novio que todas envidiaban, un lindo apartamento en el centro, y una boda soñada en el Plaza.

Lo tenía todo. Menos las tarjetas de invitación…

– ¿Qué opinas de esta, cariño? –preguntó Christian, colocando una tarjeta blanca con letras doradas. Era realmente hermosa. Pero no parecía la indicada. La rubia la tomó entre sus manos, imaginó su nombre junto al de su novio.

– Lo siento, no…

– No es esta –dijo el muchachó sonriendo con algo de pena. Ella asintió.

Sentía pena por Christian. Él no merecía todas las dudas que ella estaba teniendo en ese momento, pero estaba decidida, tenía que casarse. El problema de la tarjeta no era el único, sino que tampoco pudo elegir las flores, ni los manteles. Ni hablar sobre el pastel. Había probado cientos de ellos pero ninguno la convencía.

Christian se levantó y pasó sus brazos por la cintura de Jazmine. La miró a los ojos tratando de sonreír.

– Jaz. ¿Estás segura de que quieres esto? No creo que estes muy segura porque te veo tan…

Teléfono. Gracias teléfono. Jazmine se soltó del agarre del hombre y rebuscó su teléfono en su cartera.

La pantalla mostraba una foto ridícula de su hermano con el nombre abajo. Esa fue la primera vez que agradecía a su hermano por haber llamado.

– ¿Justin? –escuchaba carcajadas de fondo y luego el ojimiel habló.

– Oye Jazz, tenemos un problema, el idiota… –él también carcajeo– Adivina quién está metido en una cárcel de Miami.

Jazmine iba a hacer la pregunta del millón, pero luego lo pensó un poco. Miami, cárcel, idiota… Cerró los ojos y sin evitarlo, comenzó a reír.

Jason.

– Dime que hizo –preguntó aguantando un poco la risa. El teléfono de Justin estaba en alta voz así que escuchaba los comentarios de los demás.

Golpeó a Mickey Mouse porque el bicho quería una foto. Tenemos que ir por él Jaz.

Rescuing the idiot ☺ j.mDonde viven las historias. Descúbrelo ahora