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Al levantarse por la mañana él no la encontró a su lado. Salió de la habitación y se topó con los chicos.

-¿Dónde está Lia?- preguntó él.

-Peleó con Greg,- dijo Zayn.- pasó hace un rato. Él se enfureció y le dio un cachetazo. Ella salió corriendo de la casa. Niall la siguió y Greg acaba de salir a buscarlos.

-No te van a dejar salir, - dijo Liam.- ya lo intenté.

-Esto tienen que arreglarlo ellos.- dijo Louis.

...

Lia estaba metida en un bar, escondida, llorando. Se miró en el espejo y pudo ver una enorme mano marcada en rojo en su mejilla. Sus ojos celestes dejaban caer aun las lágrimas y estaban hinchados y enrojecidos. Se abrazó a si misma y sintió su celular vibrar nuevamente. Miró la pantalla. Era Niall. Atendió.

-¿Dónde estás?- preguntó él sumamente preocupado.

-Niall.- sollozó ella.- Niall, ayudame.

La llamada se cortó. Ella salió del baño del bar y tomó una botella antes de salir. Ya la había pagado antes, de todos modos. Sentía un inmenso deseo de morir. Se sentó en un pequeño callejón y vació la botella de vodka. Una vez terminada la arrojó contra una pared. Las lágrimas seguían fluyendo. Entonces lo vio. Estaba cerca de ella. El cristal era filoso. Lo tomó entre sus manos y lo acercó a su muñeca izquierza a la vez que lo sujetaba con fuerza. Cerró sus ojos, sabía que se arrepentiría, sabía que se odiaría, sabía que no podría detenerse pero el dolor que sentía dentro necesitaba ser liberado, liberado a través de su sangre.

Unas manos tomaron las suyas firmemente haciendo caer el cristal y mas sollozos salieron de los labios de ella. Abrió sus ojos encontrando la mirada aterrada de Niall. Automáticamente él la tomó en brazos y la subió al auto. Cerró la puerta con seguro y la miró. Miró su mejilla donde la mano de su hermano seguía marcada.

-Iba a hacerlo,- lloró ella.- iba a hacerlo y todo iba a volverse una mierda.

-Pero no lo hiciste.- dijo él tratando de tranquilizarla. Ella lloró aún más y él la miró con preocupación tomándole ambos brazos. Una línea había aparecido en su muñeca izquierda y la sangre brotaba. Ella lloraba aún más y se soltó del agarre de él.

-Soy una mierda.- dijo ella.

Niall la rodeó con sus brazos rápidamente a la vez que las lágrimas comenzaban a caer también de los ojos de él.

-No, no lo sos. No lo sos. Greg es un imbécil.

-Yo tendría que haberme callado, tendría que haber dejado que todo fuera como siempre.

-No. Vos no hiciste nada malo. Maldición, Lia, la culpa es de él. No te lleves la culpa porque fue de él y solo de él.

-No se qué hacer.

-Yo tampoco.- admitió él.

-Me duele.

Él la apartó y miró su muñeca. La sangre había manchado su remera blanca. Él tomó un pañuelo y limpió la sangre.

-Vamos a casa. Vamos que tengo que curarte eso.

Ella guardó silencio y apoyó su cabeza contra la ventana mientras las lágrimas seguían cayendo por sus ojos.

Cuando llegaron Niall le rodeó la cintura con su brazo pegándola a él. Entraron en la casa y él miró fijamente a los chicos mientras ella miraba en piso.

-No lo dejen entrar.- dijo y subió con ella las escaleras.

Hizo que se diera un baño y luego se encargo de su herida cuidadosamente. La vendó sin poder ignorar el echo de que ella se había hecho eso. Le cepilló el cabello y la acompañó abajo. En la cocina le dio un poco de hielo para su mejilla que seguía enrojecida y se sentó con ella en el sillón, rodeándola con sus brazos, sosteniendo el hielo, sin poder ignorar que ella no había parado de llorar ni un momento.

Hermana de Niall HoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora