愛して ➵ Yuwin

緑

"Green is the color of jealousy
But why being jealous, when you have me?"

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

SiCheng despertó cuando escuchó su teléfono sonar. Eran quizás las nueve o diez de la mañana, no era tan temprano, pero le sorprendía que alguien le llamara a esa hora. Contestó aún apoderado por el sueño, encontrandose con una voz desconocida que le dio la peor noticia que había escuchado en mucho tiempo.

YukHei había sido asesinado.

Se quedó paralizado un momento, intentando procesar las palabras del oficial del otro lado de la línea. Sin embargo, cuando volvió en sí, se levantó de un salto de la cama y, con las lágrimas brotando sin control de sus ojos, se vistió como pudo y salió corriendo de su casa hacia la estación de policía, con miles de dudas en su cabeza, y esperando que todo fuese una mala pesadilla de la cual esperaba despertar pronto.

⠀

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦ ❁ ◦ ❖ ◦
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀
⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

⠀

⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀

Yuta salió de casa muy pronto, habiendo dormido quizás tres o cuatro horas cómo mucho. Estaba cansado, quería quedarse en la cama el día entero, pero no podía darse ese lujo si quería tener con que pagar su renta.

La mañana se sentía algo extraña, bastante atípica, lo supo desde el momento en que vio todo el movimiento que había en la calle. Ver a tanta gente con una mirada de preocupación y miedo, conversando y secreteando todo el camino hacia su negocio, era señal de que algo había pasado en el pueblo, y lo más probable es que no fuese bueno, pues nada conseguía alterar la paz de ese lugar de la manera en que lo había hecho la mañana tras la tragedia.

Pudo confirmarlo con la primera persona que llegó tan pronto abrió el café. Se lo contó con ese tono de secreto que siempre tienen las personas chismosas: la noche anterior, un hombre había sido brutalmente asesinado. Yuta no pudo evitar sentir un escalofrío al enterarse ¿Asesinato?

Entretuvo a su cliente por varios minutos con preguntas, de las cuales no pudo responder ni la primera. No sabía ningún detalle, quién era, cómo o por qué. Como todas las historias del sitio, pasaban de boca en boca, aunque solo quedaba lo que dejara mayor impacto; lo demás se perdía.