Capítulo 11.

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Cansancio


Juntando tres cosas, trabajo como el ahora nuevo personaje más famoso de un país, universidad, más Nayeon, comenzaba a comerse mi salud mental a pasos agigantados.

Empezaba a salir en programas de variedades coreanos.

Entré en la época de exámenes.

Y Nayeon se puso más insoportable que nunca.

Realmente le hizo honra al llamarme «esclavo»

Llamándome una vez a casi media noche para llevarle una botella de Soju. Un lunes.

Y no solo eso, tuve que salir de clases para llevarle caramelos y mentas.

Mi gran gusto hacia ella estaba pasando por un proceso de metamorfosis a lo contrario.

Apenas solo habían pasado dos semanas, la primera mitad, y ya todos sabemos que las segundas mitades suelen ser peores.

—Ten— Me dió uno del par de helados que le había traído corriendo. Mientras apenas le permitía a mi cuerpo respirar como es debido, me dejé caer en el suelo de aquella azotea.

Poco a poco sentía como el calor me estaba sofocando.

Lentamente, todo iba poniéndose negro.

Volví a abrir mis ojos teniendo en frente a Jihyo ahora. — ¿Ya despertaste? — Preguntó, poniéndome una mano en la mejilla.

Me sentía tan agusto bajo su protección… tanto que si volvía a poner la racionalización en la ecuación, sería malo.

Abrí mis ojos completamente. Viendo de reojo a una Nayeon angustiada.

Miré mi mano izquierda, viendo el helado derretido casi enteramente.

Jihyo se levantó al verme despierto. —Tienes que parar esto— Escuché como dijo la líder. Aún seguía un tanto más del otro lado que presente.

—No le estoy pidiendo tanto… — Se excusó. —Nayeon, el pobre chico se acaba de desmayar— Vi como si mano señaló en mi dirección. — ¿Eso es poco para ti? — Preguntó. — ¿Qué sería mucho pedir? — El tono iba subiendo. — ¿Qué se saque su corazón y te lo entregue en un cofre? — Preguntó muy enojada.

—El hace lo que quiere, no lo estoy obligando— Volvió a defenderse.

— ¡Está haciendo todo esto porque le gustas, porque eres su idol! — Gritó finalmente. Volteó a verme una vez más, pero ya me estaba desmayando otra vez.

— ¡Ya incluso va a a volver a desmayarse! — Gritó, finalmente perdiendo el conocimiento una vez más.

De repente desperté de golpe.

Al voltear mis ojos, noté como estaban ahora todas las integrantes y dos de sus managers auxiliandome.

— ¿Estás bien? — Preguntó uno de los managers, a lo que falsamente asentí. —Es estrés— Se levantó, diciendo eso. — ¿Cómo el de las chicas? — Preguntó la otra manager.

—Miralo, es igual que Momo cuando se desmaya y la despertamos así— Me señaló, estando yo muy inerte.

Entre tres lograron levantarme, quedándome de pie y con un flujo normal de sangre, recuperando mi estado.

Estaba realmente apenado de que todos me vieran así, cosa que opté por irme de allí sin decir nada.

Menos opinar sobre la pelea de hacía momentos atrás.

Gatito - Nayeon y TúDonde viven las historias. Descúbrelo ahora