Supo llegar a ese acantilado donde todo comenzó, no sabía en qué momento pensaba Kakarotto que comenzó su relación, pero para él fue aquí donde inicio todo. Aquí había sido, cuando le dijo que le había mentido a pesar de que ya había logrado que se alejara, fue ahí sin saberlo que ya había aceptado que sentía algo por él a pesar de que su orgullo se encapricho en tratar de negarselo.
Admiro aún el panorama rocoso frente suyo, pudo identificar un poco más alla el crater que habían dejado al hacer el amor ese mismo día, no supo cuánto tiempo se quedó mirando ese paisaje a él le pareció un instante.
- Vegeta.....
- Kakarotto.....
- Yo..... - trato de comenzar con voz quebrada - yo, lo lamento tanto...., Lo siento, quisiera estar contigo ahora, mierda Vegeta, no se que carajo decirte....
- No digas nada - susurro en el mismo tono hueco.
Se quedó un momento en silencio, deseaba abrazarlo, darle algo de confort lo que sea para hacerlo sentir mejor.
- Hay una forma - susurro de repente.
- ¿Qué?.
- Pero, necesitaré un mejor lugar.
Hablo de manera atropellada como si no le estuviera escuchando siquiera.
- ¿De qué estás hablando? - cuestionó cada vez más extrañado y porque no decirlo algo preocupado por ese tono que había pasado de ser hueco a algo enloquecido.
- Cállate, no me dejas pensar. Si me sigues distrayendo no encontraré una buena manera de hacerlo.
Sintió su cuerpo tensarse a la vez que apretaba más el hombro de Kaiosama con demasiada fuerza.
- ¿Sucede algo muchacho? - le cuestionó el Dios extrañado y algo adolorido.
Él había estado funcionando casi como una antena, evitando escuchar la conversación de la pareja.
- No.
Fue la respuesta que le dió a pesar de sus sospechas
- Vegeta, te estaré esperando - susurro en despedida.
Una despedida que daba entender que esperaría que su vida se extinguiera naturalmente, podrían pensar algunos, pero él mismo sabía que no la había dado con esa intención, que de alguna manera lo estaba insentivado a cometer la atrocidad que se le estaba pasando por la cabeza.
Y Vegeta, lo tomo en ambos sentidos, ya que no pensaba que el tierno y pacífico Kakarotto podría entender o siquiera pensar en estas cosas.
Así que los siguientes días se dedicó a buscar el lugar adecuado, si bajaba su ki a cero y se lanzaba del risco más alto y peligroso que podía encontrar, seguramente no sobreviviría, además que para aumentar su desgaste recorrió todos estos riscos a pie para asegurarse que no lo encontrarán por usar su ki al volar.
Y así lo encontró Piccolo, agotado, desgastado, cubierto de polvo y con la ropa dañada, mirando atentamente hacia al vacío, casi por saltar.
- Vegeta..
Lo llamo el Namekusein con la voz más tranquila que podía evocar, extrañado por verlo parado a la orilla de semejante risco lleno de rocas puntiagudas.
Él aún lo ignoro, cuestionando se si era lo bastante rápido para detenerlo o si siquiera sospechaba lo que estaba por hacer. Es entonces una idea que no se le había cruzado antes vino a su ya cansada y agobiada mente.
- Dime Piccolo...
Lo llamo por su nombre sin usar otro adjetivo, lo que hizo que el namekusein se extrañara.
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Después de... ti (Terminada)
FanfictionTercera parte de ¿Y si........?. Siete años han pasado de los terribles eventos que quedaron de los "Juegos de Cell". Las cosas han cambiado mucho para Vegeta y Goku. ¿Cómo son sus vidas ahora que fueron separados para siempre?.