Amor y fuego

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Pov. Alexis Villaseñor.


  Un hombre con un pasamontañas apareció frente a mi mientras intentaba arrastrarme hasta Austin después de la explosión que nos había dejado ensordecidos. Ambos caímos al suelo mientras el tipo de acercaba a Austin con un cuchillo en la mano.

  Mi tiempo de reacción estaba siendo abismal por la inhalación de humo y el calor del fuego. El hombre era alto, fuerte y en definitiva estaba dispuesto a matar.

—Lo lamento mucho... —Leí sus labios pero entre tanta distorsión y mi sordera momentánea no pude escuchar su voz.

  El tipo levantó el cuchillo sobre el pecho de Austin, y justo cuando intentaba apuñalarlo en el pecho me abalancé sobré el forcejeando por el cuchillo en el suelo mientras las llamas cada vez enfurecían mucho más. Tenía bastante fuerza, se colocó sobre mi cuando logré apartarlo del cuchillo y comenzó a golpearme en la cara con fuerza, tres o cuatro golpes lograron aturdirme antes de que me tomara por el cuello con intención homicida acercando su rostro hacia mi.

  Aproveché el momento para darle un golpe con la cabeza y apartarlo de mi, Me incorporé para patear su estómago en repetidas ocasiones hasta que dejó de luchar por el dolor.

  Con el ojo inchado y la mitad de mi visión, tomé a Austin en mis brazos para sacarlo a como diera lugar. Lo levanté sin muchas fuerza dejando al hombre en el suelo. Mientras caminaba las llamas cada vez me sofocaban más, me quemé, la piel de mi cuerpo se estaba derritiendo por el calor...

  Cuando llegué a la ventana, la rompí con el codo y logré sacar a Austin.

  Alana y Blake corrieron hacia nosotros mientras yo caía de rodillas en el suelo, exhausto con Austin en mis brazos y adolorido por las quemaduras.


Al día siguiente

Pov. Alana.


  Estaba sentada vigilando a Alexis en su camilla y tenía los ojos enrojecidos de tanto llorar. El Club Devon no se podía reconstruir... Se quemó por completo y todo el dinero con el que podíamos arreglarlo, se quemó dentro de él... ¿Quién podía odiarme tanto como para hacerme esto? ¿Quién manejaba ese maldito Royce negro? No podía entenderlo.

  Austin mucho más recuperado apareció con un par de cafés en su mano detrás del cristal sacándome de mis pensamientos. Lo dejé entrar y me entregó uno. Miró a Alexis instintivamente; Su rostro golpeado de manera extraña como si le hubiesen dado una paliza, la piel de su torso y sus brazos con quemaduras serias que dejarían cicatrices de por vida. 

—¿Quién pudo hacernos esto, Alana? —Preguntó Austin con los ojos húmedos al ver a Alex en ese estado—. ¿Crees que haya podido ser Ashton? ¿Crees que te haya encontrado?

 —No lo creo... Conozco a Ashton y probablemente me habría enfrentado directamente en lugar de hacer caer mi negocio.

—¿Qué hay de los Dagniton? —Indagó dándole un sorbo a su café.

—Austin, si sospechara de cada persona a la que he tratado mal en mi club me volvería loca... ¡Creo que esto es algo más personal!

—¿Entonces... De quién sospechas? 

—No lo sé... ¿Qué tal Melinda y Christian Shannel? Él estaba molesto porque no me acosté con él, y ella me odia, y no solo a mi...

—Ni siquiera yo la creo capaz de tanto... Es una serpiente es verdad pero...

  En ese momento Alexis abrió los ojos levemente y mirando a Austin pronunció su nombre. Ambos nos acercamos a él.

—¡Alex! Despertaste... —Austin se emocionó en sobre manera. —¡Me salvaste anoche!

—¡Es verdad! Eres como un héroe... —Lo halagué con una sonrisa.

—Me debes un par de tostadas cuando salga de aquí... —Bromeó el con mucha dificultad. —Me alegro de que estés ileso, Austin... No me hubiese perdonado que algo te pasara...

—Estoy vivo gracias a ti, Alex... Lamento lo que te pasó por ayudarme, te prometo que voy a estar aquí todos los días— Alexis lo interrumpió.

—Austin... Lo hice porque te quiero... ¡Mucho! —Él se miró las cicatrices de los brazos con algo de dolor y probablemente sintiéndose inseguro... —¡Porque eres mi mejor amigo!

  Me aclaré la garganta para romper el momento incómodo.

—Austin puedes traerle agua a Alexis... ¡Debe tener sed! —Me puse entre ambos y Austin me obedeció.

  Me voltee hacia Alex con intriga.

—La última vez que hablamos antes de esto estabas inseguro de lo que sentías hacia él... ¡Querías hablarle y decírselo! ¿Qué cambió? —Le pregunté sin comprender.

—Cambió mi cuerpo, Jezza... ¿Crees que ahora a Austin le gustará un monstruo como yo? —Inclinó su mirada.

—Si tan solo supieras que lo que él siente por ti va mas allá del físico... —Suspiré sentándome a su lado en la cama e inclinando mi rostro hacia él—. Además... No estás tan mal, tu cuerpo cicatrizará y luego podrás tatuarte hasta más no poder y te verás genial... Y cuando tu rostro se desinflame, volverás a tener la misma carita de ángel caído de siempre... ¡Solo que ahora parece que te hubiesen dado una paliza!

  Él rió por un momento.

—Por cierto... ¿Atraparon al tipo? —Preguntó.

—¿Tipo? ¿Cúal tipo?

—Jezza... No me quemé así por nada... Alguien quería matarnos... Era un hombre con un pasamontañas... ¡Lo vi, él fue quien me golpeó!

—Alex... ¿Estás seguro de que no estabas delirando por el humo o algo... No sé encontró a nadie en el Club... Pero no dudo en que hayan muchas personas que me quieran muerta...

—Jezza... ¡Nos quieren muertos a todos!

 ¡Nos quieren muertos a todos!

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La Biblia De Una Dominatrix © [ EN FÍSICO ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora