Capítulo 31 🎸🎼

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Alicia permaneció callada por tanto tiempo que creímos que estaba en shock.

Se veía muy pálida y no era para menos.

El Señor Lyrica acababa de confirmarle la noticia de que la productora la quería como la quinta Outsider.

Tarro la había llamado para que se presentara en el estudio, aunque no le dijo para qué, sólo que era algo importante. Por fortuna, Alicia apenas estaba empacándolo todo para dejar el hotel. Era tanto el interés que tenía el Señor Lyrica en ella, que envió a Jem a recogerla en la dirección del hotel en el que se estaba quedando.

No nos había llevado mucho tiempo tomar la decisión de aceptar a Alicia.

Si bien el Señor Lyrica dijo que la productora estaba más que dispuesta a apostar por ella, el contrato no nos obligaba a ello. Esa decisión, según el apartado rezaba "cualquier participación, bien sea fortuita o permanente de músicos y artistas externos, debe contar con el beneplácito manifiesto y por escrito de la parte contratante Lyrica Records y la banda y/o intérpretes solistas, así como el correspondiente porcentaje de regalías y derechos".

De manera que si nosotros optábamos por seguir siendo sólo nosotros cuatro, no había ningún argumento legal que pudiera presentar la productora en nuestra contra.

Sin embargo, ese no fue el caso.

En cuanto Héctor nos hizo saber sus planes, no tuvimos que debatir mucho.

Alicia era una apuesta segura. Aparte de ser bella, algo que sin duda atraería más atención a la banda, era talentosa y responsable, así nos lo había demostrado durante los ensayos y la primera presentación. Además de todos esos pros, Alicia era un elemento más que oportuno. Tomás necesitaba una corista y aunque yo hacía lo que podía, tenía que reconocer que la voz de ella era mucho mejor que la mía, alcanzaba más registros y lograba sostenerla por tanto tiempo como Tomás. Era una soprano de nacimiento, ya que nunca había recibido clases.

Si las personas quedaron encantadas con oírla en el piano, la amarían nada más escucharla cantar. Alicia era un paquete completo.

Los muchachos lo sabían, al igual que yo, y pude notar que aún sin saberlo, ya habían tomado la decisión de tenerla en la banda desde el mismo momento en que ella se sentó frente al piano y cantó Bohemian Rhapsody con Tomás.

Los tres se volvieron hacia mí de manera sincronizada. Sabían que mi relación con Alicia apenas alcanzaba la cordialidad.

Tomás en especial, no ignoraba que yo seguía molesta por lo que ocurrió en la mañana.

OUTSIDERS, siempre has sido túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora