Dangerous Love 2 »jariana

Capítulo 31

"Regina Goode"

~Ariana~

No estaba nerviosa, ni nada parecido, y aunque era algo que no me gustaba aceptar, había estado esperando este momento por tanto tiempo que ni siquiera me importaba si era una trampa.

Llegue al lugar a la hora que Elliot me había indicado y por más que él me había insistido no deje que me acompañara, estaba complemente sola. Camine por el viejo almacén al que me habían citado, no parecía haber nadie y se encontraba en un silencio sepulcral, lo único que se escuchaba era el repiqueteo de mis tacones, fruncí el ceño y comprobé la hora en mi teléfono, aún no entendía porque todavía no llegaba Regina y sus hombres.

—¿Hay alguien ahí? —pregunté mientras me desplazaba por el frío lugar.

La respuesta nunca llegó y tras pasar unos segundos sentí un duro objeto golpear contra mi cabeza, caí al suelo por el impacto e instintivamente lleve mi mano hasta el lugar afectado para luego observar mis dedos manchados de sangre, el dolor se volvió más agudo, mi vista comenzó a nublarse y después todo se volvió negro.

[...]

Escuchaba voces a lo lejos, mis ojos pesaban horriblemente y me sentía somnolienta pero comenzaba despertarme, las voces cesaron.
Parpadeé varias veces para que mis ojos se adaptaran a la luz y al terminar de abrirlos por completo sentí una fuerte punzada en la cabeza que provoco que me quejara levemente, arrugué la frente y me sentí confundida al darme cuenta de que me encontraba en el interior de un jet privado, luego me sobresalté al recordar lo que había ocurrido antes de perder la consciencia, baje la vista para encontrarme con el cinturón de seguridad puesto y mis manos atadas, gruñi y comencé a tirar de mis muñecas provocando que estás se lastimaran.

—Miren quien despertó.—comentó burlón un hombre que supuse sería de Regina.

—Este no era el acuerdo.—espete, irritada—. ¿Qué es esto?

La diversión no abandonó el rostro del hombre, muy al contrario de su compañero con cara de pocos amigos.

—Ya lo verás.

Antes de que pudiera argumentar algo más la voz del piloto resonó por la estancia anunciando que estábamos apunto de aterrizar, mire a través de la ventanilla esperando encontrar algo que me indicara donde me encontraba pero lo único que conseguí ver era la pista de aterrizaje. No iba a mentir, el no saber en qué lugar estaba o hacía donde nos dirigíamos me ponía un tanto nerviosa, ni siquiera tenía la certeza de seguir en el país y eso me preocupaba enormemente pero no iba a demostrárselos, tenía que mantener la calma.
Solte un resoplido y espere el pronto aterrizaje.

—Ponte de pie.—ordenó el hombre menos simpático al tiempo que desabrochaba mi cinturón de seguridad.

—Desátame.—ordene con el mismo tono autoritario. No iba a permitir que me hablaran de ese modo—. Estas no son las condiciones en las que acepte reunirme con Regina.

—Me importa una mierda tus condiciones.—dijo con fastidio—. Ponte de pie.

Le lance una mirada envenenada y me levante del asiento, no sabía cuánto tiempo había estado sentada, mis piernas se encontraban dormidas así que trastabillé y caí al suelo, el hombre soltó un gruñido y me levanto con brusquedad, para comenzar a caminar conmigo a empujones.

—Hermano ten cuidado, la vas a lastimar.—le advirtió su compañero.

—Está perra no merece ningún trato.—respondió cargado de odio y haciendo caso omiso.

Su mano se enterró con fuerza en mi brazo, Retomo su camino arrastrándome por el pasillo y me obligó a bajar uno a uno los escalones del jet.
Su trato comenzaba a molestarme cada vez más así que me detuve abruptamente y giré el rostro con seguridad hacia él para que entendiera que no me podía intimidar.