- Hola Jisoo. - Saludó Jennie entrando a su oficina
- Hola Jennie ¿todo bien? ¿Que tal de trabajo? - Preguntó
- Si todo bien, todo tranquilo. - Se sentó frente a ella. - Hoy fui por la mañana a visitar a mamá, antes de irme Seulgi llegó y nos contó lo que está pasando entre ustedes dos
- Bien lo acabas de decir Jennie, entre Seulgi y yo, te pido que por favor no te metas en nuestros asuntos
- ¿Entonces si le estás siendo infiel? - Preguntó
- No Jennie, solo he estado ocupada, ella también, han sido solo pequeñas discusiones, nada importante, hablaré con ella esta noche ¿esta bien?
- Espero que si lo hagas y que me estés diciendo la verdad, Seulgi es una gran mujer, tienen una hermosa familia, no pierdas a tu esposa y a tus hijos por una aventura pasajera. - Dijo eso último y salió de su oficina
Más tarde
Esa tarde la empresaria tenía planeado pasar un lindo día junto a Rosé. Paso a su departamento.
- Hola. - Saludó. - Feliz cumpleaños. - Le entregó un ramo de rosas
- Oh Jisoo muchas gracias. - Tomó aquel ramo de flores y después se dieron un abrazo. - No pensé que lo ibas a recordar
- Tengo una gran tarde para ti, vamos a divertirnos como si fuéramos niños ¿qué te parece?
- ¿A dónde me llevarás? - Preguntó curiosa
- Iremos a un parque de diversiones
Esa tarde la pasaron de lo mejor. Cuando Rosé era niña nunca tuvo la oportunidad de ir y divertirse a un parque de diversiones, por el simple hecho de que no tenía el dinero suficiente para subirse y divertirse en los juegos mecánicos. Ahora que es una mujer exitosa y que le sobra el dinero, nunca se le pasó por la cabeza cumplir todo aquello que quería de pequeña. Esta era una de las cosas que deseaba cuando era apenas una niña, divertirse con sus amigos, disfrutar de la vida. Que ironía que estuviera cumpliendo la mayoría de sus deseos al lado de la hija del asesino de su padre.
Se puso por un momento a analizar las cosas, Jisoo no se parecía en nada a su padre. Ella era tierna y dulce, amable y cariñosa. En cambio su padre a simple vista se veía un ser despiadado, prepotente y despreciable, con un corazón tan frío, o quien sabe, tal vez nunca tuvo uno, un hombre capaz de matar a su padre y dejar a una pequeña niña sin él, nada que ver con su hija. Tal vez debería dejar su venganza de lado, tal vez debería dejar en paz a Jisoo, tal vez deba dejarla que sea feliz, ella tiene una familia. Tiene que dejarla ir.Ya lo tenía decidido, esta sería la última vez que estaban juntas. Así que cuando recorrió su cuerpo, beso y tocó cada parte de ella lo disfrutó como nunca antes.
– Te amo Rosé. – Soltó de pronto la empresaria cuando llegaba al orgasmo, al mismo tiempo que la rubia. – Te amo. – Rosé estaba tan perdida en el placer que no asimilaba bien las palabras dichas por Jisoo
– ¿Que dices? – Dijo separándose de ella
– ¿Dije algo malo? – Rosé se levantó de la cama y comenzó a buscar su ropa. – ¿Que pasa?
– Yo pensé que lo nuestro era solo sexo, nada de sentimientos
– Para mi fue imposible, eres una gran mujer, me enamoré de ti
– Yo no, sabes, lo mejor será dejar lo que teníamos hasta aquí. – Rosé le pasó su ropa a la menor. – La verdad yo solo me divertía contigo, eres buena en la cama, perdón pero no siento lo mismo
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Venganza - Chaesoo g!p
FanfictionEn su lecho de muerte, Rosé le jura a su padre vengarse de cada uno de los Kim por todo el daño que le han hecho.