luz de la luna

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Adrian

No recuerdo mucho de lo qué pasó exactamente en la noche, son pequeños recuerdos, estaba durmiéndome cuando la melodía seguía sonando Damián ya se había dormido, pero yo me había quedado despierto por un momento más para asegurarme de que él no hiciera nada, lo próximo que recuerdo es escuchar unas pisadas no tan largo de donde nosotros estábamos, todo estaba oscura y lo único que daba luz era la luna y unas que otras luciérnagas
Seguí las pisadas cuando mire un algo brillando, me extraño y me acerque más cuando mira al ser más hermoso que podía ver era una chica alta, delgada su piel brillaba con un tono dorado y en unos de sus brazos tenía una marca como rosas y ramas que se extendían hasta su hombro su cabello era rojo y brillaba de un color intenso, sus ojos azules neón, simplemente preciosa, no podía decir quien fue ya que rostro comenzó a deformarse en mis recuerdos. Solo se que cuando di la vuelta para irme miré un lobo blanco con ojos dorados en su pelaje una especie de dibujo.

Me fui corriendo para que la desconocida no me viera, ni el lobo.

Cuando llegue donde estaban los demás reunidos mire que Amaris se había acostado con roció, tuve una extraña sensación de esa chica nos escondía muchas cosas y eso hacia que me costara confiar en ella.

Me di por vencido en mis pensamientos y me fue a acostar con Damián, no sé qué en qué momento había llegado ahí.
—¿Adrián qué pasó?¿Dónde estabas?—me vio preocupado, suspire frustrado y me acosté — Nada solamente me pareció haber oído algo  y después me perdí hasta que logré llegar— prefería no decirle nada y hacer esto peor, Damián me vio y supe que no estaba convencido por mi respuesta le di la espalda e intente dormir aunque no podía en mi mente solo no dejaba de pensar en los secretos que ocultaba Amaris.
Cuando era de madrugada fue cuando mi cuerpo reaccionó y pude descansar.

.....

Sentí algo helado que recorría mi piel, grite y me incorporé rápidamente alce mi vista y era Amaris, estaba vestida como antes pero su piel estaba mas descubierta dejando ver sus dos brazos con cortes en ellos además de su marca que llegaba a su hombro, tenía su cabello amarado.
Mire a lado y Damián estaba igual que yo Amaris comenzó a reír, no me daba nada de gracia lo que ella hizo como algo tan misterioso podía ser tan malo y frío.
—¿Que rayos?—grito Damián enojado fulminándola con su mirada — es hora le levantar par de dormilonas nos vamos ahora — hablo cortante alejándose hasta que se detuvo y volteo un segundo su mirada estaba en mi mire sus ojos y estaba de plateado neón— Tu faldero levante que me ayudaras— grito ella trague saliva nervioso y asentí, mire a mi Alrededor y note que las cosas estaban recogida roció estaba hablando con Amaris y tomo al caballo montándose, doy la espalda por un momento ,vuelvo a dar la vuelta Damián ya se está montando en el caballo y comenzaron a cabalgar Amaris comenzó a caminar hasta que se detuvo, me acerque a ella esta quedar a su lado, mire su brazo y hacia juego su espada ,saco una espada y me extendió.
—Toma necesitas un arma para proteger al príncipe azul —tome la espada y nuestro dedo rozaron y la marca de Amaris comenzaron a brillar sentí como una ola de energía y emocione se mezcló con los míos podía sentir su enojo, ira frustración y arrepentimiento ahí me di cuenta que estaba conectados, ella alejó su mano y comenzó a caminar en silencio.

Caminamos a través del bosque dejando la mayoría de todos los árboles, solamente comenzaba unos arbustos y un camino de tierra, el sonido de los grillos se seguían escuchando a pesar de que ya no es noche, mire el cielo y el sol amarillo, las nubes esparcidas por todo el cielo, es un día muy caluroso, en frente de nosotros iban roció y Damián que iban riendo, a mi lado esta Amaris viendo el mapa y levantando la mirada al frente para poder comprobar si íbamos bien

—Roció—Grita Amaris, roció voltea su rostro y la ve Amaris le hace señas de que se detenga roció asiente y comienza a detener el caballo — ¡Oye faldero tú!¿ conoces estos contornos?—pregunto mientras fruncía el ceño viendo el mapa, observo alrededor de mi intento recordar si he recorrido por aquí, todo los que se ven son montañas, monte, arbustos y alguno que otros árbol —podría mentirte y decirte que si pero la realidad es que llevamos muchos tiempo encerrado y todo lo que conocía ha cambiado mucho—respondo, ella suspira frustrada — siento qué hay algo extraño aquí— se acerca más a mí, al igual que roció y Damián y muestra un mapa hay una línea de barro trazada en el mapa— si ven nosotros entramos por aquí—señaló miro a su alrededor— pero en lo que hemos recorrido es como si nos hubiéramos desviado a otra dirección— mete su mano dentro de bolsillo de su pantalón y saca una brújula y la pone en medio del mapa — ¿ crees es como ilusión el camino que tomamos?— pregunta Damián, ella eleva su vista y asiente— exacto, si ven la ruta que deberíamos ir es para el sur, pero si lo ponemos por donde nos vamos dirige él es oeste, cosa que no entiendo antes que saliéramos del bosque ya había tomado las coordenadas— todos nos miramos, miro a mi alrededor pero no veo nada extraño.

Damián se acerca más Amaris y pone su mano en el hombro, miro como el cuerpo de ella se tensa y se aparta de golpe de él, dejando caer la mano de Damián, en la mira expresión adolorida, pero ella solo lo ignora.
—Bueno pienso que deberías seguir y poder encontrar alguna aldea cercana quedarnos ahí y poder preguntar— recomienda Damián, Roció asiente de acuerdo, miro a Amaris enderezada— Bueno tal vez podemos hacer eso pero hay que tener cuidado, acuérdense que en este país todo puede salir monstruos lo que sea estén alertas vamos a cambiar de turnos para descansar— ella ve a roció y hace una seña —necesito que tu estés de guarda en este momento mientras voy con alguien a comprobar la zona— roció sonríe y asiente— está bien Amaris ten solo cuidado— Amaris se acerca a ella y le susurra algo, veo a Damián y él me hace una mirada "que tanto se cuentan", encojo los hombros restándole importancia.
—Bueno tu faldero quédate con roció ocupa a alguien con conociendo de armas y el principito viene conmigo— Damián gruñe por el apodo, me río de él, él me fulmina con la mirada — vamos principito— le dice ella nos ve y se da vuelta para montarse al caballo, Damián va detrás de ella y se monta rodea sus manos alrededor de la cintura de ella y siento algo en mí una tensión y nerviosismo que proviene de ella y apretó mis puños no me agrada esas emociones, ella lo voltea a ver le dice algo, el ríe y se alejan cabalgando.

Suspiró y miro a roció que está viéndome sonriendo
—¿te gusta Amaris? — pregunta con una sonrisa burlona — aunque los cerdos volaran, no me gusta—respondo inexpresivo viendo por la dirección en la que se fueron ella asiente poco convencida — vamos tenemos que comer un poco— la sigo y ella se siente en el suelo un trozo de pan que saco de la bolsa lo parte en dos, me siento al lado de ella y ella me da el pedazo de pan, le agradezco
—¿cómo fue que quedaste en todo esto?—pregunto, ella me mira y después mira el frente observando la vista— bueno fue de los aterrados estaba en el bosque recolectado algunas frutas, y escuche unos sonidos me había escondido y mire a Amaris recostada en un tronco casi durmiéndose sin la máscara, cuando ella escuchó el sonido de mis posada se asustó y colocó la máscara me enfrento y me amenazó con matarme pero después me pregunto si tenía familia le respondí que no y ella me propuso que la ayudara a rescatarlos y bueno aquí estemos— la mire y reímos un poco —¿ como es Amaris sin máscara? — pregunte ella se sentó — lo único que puedo decirte es que con solo ver sus ojos cambiar puede atraparte y con su rostro te cautiva— su voz salió ronca y después tosió.

Nos quedamos en silencio un buen rato mientras mirábamos todo a nuestros alrededores.
— ¿tienes miedo?

aparto mi mirada de la naturaleza y la vuelvo a ver.

— si tengo miedo, miedo que nos atrapen, a que perdamos no se tantas cosas que no puedo explicar— su mano toco la mía y la apretó

— todos tenemos miedo de algo no tenemos que saber afrontarlo— nos quedamos viendo sus ojos son bonitos de color miel hasta que grito nos saca del momento.

𝓐𝓶𝓪𝓻𝓲𝓼Where stories live. Discover now