Más que una noche

La noche...

Y ahí estaba Cristina, rodeada de sus amigas... pero sólo le llamaba la atención una... solamente una... Esa era Claudia.

Eran amigas desde la infancia casi, pero a los 17 Cristina descubrió que estaba enganchada a Claudia, aparte de enamorada... le tenia unas ganas enormes.

En la actualidad, tanto Cristina como Claudia tenían 20 y 21 años respectivamente.

 Era una noche como otra cualquiera cuando volvían de fiesta, iban algo borrachas pero no lo suficiente como para perder la cabeza o no acordarse de lo que habían hecho esa noche.

Cristina decidió invitar a Claudia a dormir en casa para que no fuera sola a su casa a altas horas de la madrugada, no era seguro y... para que mentir, quería pasar mas tiempo con ella.

Al llegar a casa, Cristina como buena anfitriona la invitó a ponerse cómoda y le ofreció algo de beber. Cuando esta fue a la cocina a por 2 cervezas, no se esperaba lo que encontraría al volver al salín.

Claudia estaba de pie, mirando por la ventana, cuando Cristina dejó las bebidas en la mesa y se acercó lentamente a Claudia, ésta se giró rápidamente y la besó, sin darle tiempo a Cris a reaccionar.

Una vez terminado el beso, se miraron a los ojos y fue Claudia quien acarició la mejilla de Cris y volvió a besarla, esta vez con más intensidad.

Claudia no daba crédito, pero no iba a desaprovechar esta oportunidad.

Se besaron durante unos minutos hasta que Claudia comenzó a quitarle la chaqueta a Cris.

Esta se la quitó rápidamente y volvieron a besarse. Claudia por su lado, se quito la chaqueta y comenzó a quitarse la camiseta...

La temperatura del piso de las dos chicas iba en aumento cada vez más y más...

Se acariciaban y se besaban furtivamente como si fuera la última vez que lo hacían en su vida.

Cris, encendida por la pasión, cogió en el colo a Claudia, la cuál enredó sus piernas alrededor de la cintura de Cris.

A estas alturas estaban solo en ropa interior de cintura para arriba y Cris la llevó en brazo a la habitación sin dejar de besarla... una  vez en el cuarto, la dejó caer en la cama suavemente y comenzó a besar cada centímetro de la piel de su amante...

la ropa sobraba, el calor aumentaba y la pasión las poseía...

Cris, a medida que iba besando cada centímetro del cuerpo de su amante, iba deshaciéndose de las prendas de ropa que sobraban; que eran todas...

Comenzó besando su cuello a la vez que acariciaba su nuca, fue bajando por su clavícula hasta sus pechos y ahí se deshizo del sujetador que tanto le estorbaba, y ahí dio rienda suelta a su pasión... comenzó a acariciar los pechos de Claudia mientras esta otra comenzaba a retorcerse mientras se le escapaban algún que otro gemido en voz baja, y esto comenzó a excitar más a Cris que comenzaba a pasar su lengua por los pezones de Claudia, la cuál no paraba de retorcerse y gemir cada vez más fuerte....

Esto terminó de encender más a Cris, la que fue bajando y desabrochando el pantalón de Claudia hasta quitárselo...

Una vez que hubo dejado desnuda a su presa, Cris decidió que era buena idea darse un festín y comenzó a besar los muslos de Claudia, acariciar su abdomen y besar su monte de venus.

Posó sus manos en los pechos de Claudia, con los cuales comenzó a jugar y pellizcar juguetonamente con las manos, a la vez que comenzaba a lamer la intimidad ya algo húmeda de Claudia.

Claudia por su parte estaba muy excitada y sólo comenzaba a gemir más y más fuerte y alto... a medida que notaba las manos de Cris en sus pezones y su lengua lamiendo de arriba a abajo su clítoris como si fuera una piruleta.... posó sus manos en la cabeza de Cris, dándole a entender que quería más; mucho más.

Cris, obediente comenzó a introducir su lengua en Claudia a medida que no abandonaba los pezones ya erectos de esta...

El único sonido que se escuchaba en la habitación, era el sonido de como Cris chupaba sin cesar el clítoris de Claudia; todo esto acompañado de los gemidos de Claudia....

Claudia le sujetó la cabeza en su intimidad hasta que unos segundos después llegó al orgasmo... pero ahí no se quedaba la cosa, las dos tenían ganas de más así que siguieron a lo que mejor sabían hacer... darse placer mutuamente.

Claudia desvistió a Cris y una vez desnudas, le indicó que postura quería hacer con ella. La postura conocida vulgarmente como la tijera, en la cual sus dos intimidades desnudas se rozaban hasta que culminaban en un final lleno de gemidos, gritos y flujos; rodeadas de calor y sexo rápido y desenfrenado...

Cuando Claudia creía que se había acabado, Cris sacó del cajón de la mesilla unas esposas y un antifaz negro; miró a Claudia y le sonrió de forma sexy y descarada.

Claudia se dejó hacer, tal y como Cris le decía...

Se puso el antifaz y a cuatro patas, mientras Cris la esposaba con las manos a la espalda...um silencio se hizo en el cuarto y solo resonaron 2 frases; una de Cris y otra de Claudia

- Hazme tuya como tú solo saber hacer. - dijo Claudia con la respiración entrecortada y muy excitada por la situación.

- Serás mía hoy y siempre. - contestó Cris mientras sacaba un pequeño juguete del mismo cajón donde había cogido el antifaz y las esposas.

Cris se introdujo el juguete a sí misma, y gracias a lo mojada que estaba no hizo falta lubricante alguno.... lo mismo pasó con Claudia, a la cual comenzó a penetrar suavemente y aprovechando lo mojada que esta estaba.

Las embestidas fueron a más y los gritos y gemidos eran su banda sonora esa noche...

Cuando Claudia estaba a punto de correrse, Cris sacó el juguete, colocó de rodillas a Claudia y le quitó el antifaz pero no las esposas... Cris situó su cabeza entre las piernas de Claudia y comenzó a lamerla de todas la s maneras y a penetrarla con la lengua mientras estimulaba los pezones ya muy sensibles de Claudia.

Pocos minutos después, Claudia chilló de placer como en su vida lo había hecho y gimió hasta llegar a correrse; mientras que Cris recibía todo de Claudia en su cara y saboreando el jugo de su amante.

Claudia fue liberada de las esposas y las dos se tumbaron exhaustas en la cama, se miraron y se abrazaron... y ahí se dieron a entender mutuamente... que ese no sería el único encuentro que tendrían. 

- Dicen que los mañaneros son los mejores... - comentó Claudia.

- Los probaremos a todas horas y de todas las formas. - contestó Cris mordiéndose el labio y dando a entender que la noche aún no había hecho mas que comenzar...