Born in Chaos

Juntos

Narra Arthur

Finalmente la fecha pactada se acerca y los Pecados capitales se reunirían en Liones, Merlín y yo habíamos faltado a las últimas reuniones, así que no estábamos seguros si Gowther, Escanor o Elizabeth habían comentado algo sobre nuestra "situación" o sería aún una sorpresa para los demás.

La abrazo por la espalda mientras se prueba los nuevos vestidos que encargué para ella, su vientre aún logra ocultarse gracias a ellos, pero el resto de su ropa ha dejado de quedarle o simplemente como su "traje" habitual resaltan a primera vista su estado.

-Oye- le digo mientras comienzo a besar su cuello y su oreja. Sí, me he vuelto todo un seductor- Te ves hermosa.

Mis manos tiemblan un poco mientras la duda me recorre, he tenido una idea en mente la última semana, aún no sé si es demasiado pronto, pero supongo que no pierdo nada con intentar, total debe aceptar tarde o temprano.

-¿A dónde quieres llegar?- me dice captando mi nerviosismo, pero sin apartarse de mí, por el contrario se gira y me da un dulce beso, para luego levantar una ceja.

-Merlín... eh... te gustaría... tú querrías... -tartamudeo mientras comienzo a sudar, pero cierro los ojos y respiro profundo antes de continuar- ¿Recuerdas lo que te dije sobre tratar de hacer bien las cosas?- me ve curiosa y con un leve sonrojo.

-¿Qué quieres preguntarme Arthur?- me dice un tanto coqueta.

-Pues... no tienes que responderme inmediatamente, ni tampoco es obligación que aceptes, claro si aceptas sería increíble y me harías muy feliz, pero... yo aún no te he hecho la pregunta y estoy sonando como un idiota, ¿verdad?- me ve y ríe por mi nerviosismo, luego toma una de mis manos como para darme confianza- Ok... aquí va... ¿Merlín, aceptarías ser la Reina de Camelot?- silencio de su parte- Para serlo, tú... tendrías que casarte conmigo y ser mi esposa... - explico de forma estúpida, pero es que su silencio me está inquietando demasiado.

-Ya sé cómo funciona Arthur- niega con la cabeza.

-¿Lo eche a perder, no es así?- suspira mientras me observa.

- No- hace una pausa de nuevo.

-¿No lo echaste a perder o no quiero casarme contigo?- en serio a esta mujer le gusta jugar con mi mente- Entonces tú...

-Sabía que me lo preguntarías y creo que sabes la respuesta- dice acercándose de nuevo y robándome un beso que correspondo, si estoy feliz, pero aún no escucho la respuesta y de nuevo me invaden los nervios- Si Arthur, acepto pero con una condición.

-¿Cuál?- digo volviendo a respirar de alivio.

-No quiero una gran ceremonia, ni llamar tanto la atención, que sea lo más privado posible, sobre todo por qué después deberás dar la otra noticia.

Creía entender su punto, estar esperando un hijo sin casarnos no sería bien visto, podía incluso imaginar los rumores de la gente sobre como ella al ser mayor que yo me sedujo y se aprovechó de mí, todo para obtener una posición importante en el segundo reino más importante de Britania. Totalmente apartado de la realidad, porque no es el tipo de poder o atención que ella busca, ni siquiera la parte material.

-Hecho- digo en tono relajado, pero la emoción finamente me gana y la abrazo tomándola por sorpresa- Gracias, gracias, gracias.

-Ya, no es para tanto, soy yo la que agradece que desees compartir tu vida conmigo- me dice mientras la coloco nuevamente en el suelo.