𝗡𝗼 𝗺𝗲 𝗰𝗼𝗻𝗼𝗰𝗲𝘀... || Henry Danger

Capítulo 24

POV de ___

Salimos del elevador, Henry agarro mi mano y corrimos como locos hacia su casa. Ya estando en ella, revisamos si no había nadie, y no había nadie. Después Henry me llevo a su cuarto y cerró su puerta con seguro.

—Creo que primero debes cambiarte el polo.

—Buena idea. —Me dijo.

Se acercó a su closet y lo abrió, para mi sorpresa y de verdad sorpresa, estaba Otto.

—¿Qué hace Otto ahí, Henry? —Pregunte apoyada en la puerta.

—Bueno, Otto esta acá, en mi cuarto, en mi closet, porque... ¿No quería dejarlo por ahí? —Me respondió dudoso.

—Henry.

—Me dio pena y también sabe mi secreto, así que no puedo hacer nada ___, me lo tengo que quedar.

—¿Me estas jodiendo?

—Quiero una mascota, no podemos tener mascotas por culpa de Piper.

—Culpa de Piper, culpa de Piper. —Repitió Otto.

—Okey, ¿qué pasa si Piper entra tu cuarto y ve a Otto? 

—Ella ya lo ha hecho.

—Y, ¿qué pasó?

—La dormí, escondí a Otto en otro lugar y luego use un peluche para engañarla.

No le respondí nada y solo lo mire seria.

—Otto, te voy a extrañar mucho.

—Te voy a extrañar, te voy a extrañar.

—Otto, no lo hagas más difícil.

—Amo a Taylor Swift, amo a Taylor Swift. —Habló Otto.

—¿Quién no? —Pregunte.

—Eso es cierto. Okey, Otto, te tienes que ir.

Henry agarró a Otto, lo llevó a la ventana de su cuarto, le dijo algo que no pude escuchar y lo dejo ir.

—Lo voy a extrañar.

—Yo pensé que ya no existía.

—¡Hey!

—Solo digo la verdad.

—Henryway, me voy a cambiar.

—Si como sea.

Luego de eso, Henry entró a su closet y cerró la puerta de este para cambiarse.

—Me gusta mucho Don't Blame, me gusta mucho Don't Blame Me.

—Tengo miedo que Otto repita todo lo que oyó en estos días —comente.

—Si, yo igual, pero siento que él sabe guardar secretos —me dijo Henry saliendo del closet.

—¿En serio?

—¿Dónde estábamos? —Me pregunto mientras que se acercaba a mí.

—Creo que en... ¿Qué hay debajo de ese bulto? —Pregunte señalando el bulto que había en su cama.

—Ignóralo —me dijo agarrando mi cintura para acercarme a él.

—No puedo, mi curiosidad es más grande —le dije para después empujarlo.

Me acerqué a su cama, quité la cobija y se pudo ver unos calzoncillos.

—¡¡¡Mitch!!! —Gritó Henry molesto.

—Eww, mi curiosidad me mato... Otra vez.

Henry soltó un suspiro pesado, agarró los calzoncillos y luego se empezó a ir.