Nunca volveré a conocer a un chico tan lleno de amor como lo era el.
Lo conocí cuando teníamos 16 años, en ese tiempo yo vivía en una pequeña ciudad, con pequeñas casas, muchos árboles y grandes atardeceres, cierro los ojos y puedo recordar los magníficos colores bañando las copas de los árboles, adoraba como los pequeños locales se volvían color mostaza con los besos del sol y el aire...¡Dios mío! El aire era tan fresco y puro, olía fenomenal... solo recordarlo hace que un cosquilleo suba desde mis pies y se instale en mi pecho, no existen las palabras correctas para describir lo maravilloso que era vivir en ese lugar pero yo en ese tiempo no sabía apreciar todo esto, era un niño triste, no solo porque mis padres siempre peleaban en casa simplemente estaba triste todo el tiempo, no tenía ánimos para salir, odiaba levantarme por las mañanas e ir a la escuela, yo solo quería dormir todo el día, realmente deseaba hacer cosas pero simplemente no tenía las ganas o más bien las fuerzas necesarias... Mi mente siempre estaba cansada.
Ese día mi madre me había despertado para ir a la escuela, aún era obscuro cuando salí de la ducha y no tenía ganas de desayunar... estuve sentado por lo menos 20 minutos en el pórtico mirando hacia afuera. Mientras esperaba el bus pude ver lo ajetreados que estaban mis vecinos dentro de sus casas, podía ver sus sombras correr de una ventana hacia la otra y casi podía sentir sus abrumadas almas, la brisa estaba golpeando fuerte y aunque tenía frío no me moví ni un centímetro para arreglar mi abrigo... Casi tenía los ojos cerrados de nuevo cuando escuche el auto bus una cuadra arriba de la mía, me puse de pie y arrastre los zapatos hasta la acera, el chofer abrió la puerta y yo solo lo saludé con la cabeza. Solía sentarme en los asientos del frente completamente solo, ya que no tenía amigos, pero esa vez mi asiento favorito estaba ocupado y yo tuve que sentarme junto al chico que había tomado mi lugar.
En un principio no lo reparé demasiado, yo solo miraba el suelo y deseaba que el día acabara rápido, pero el me habló.
Hola, soy Esteban... Soy nuevo en la ciudad.-El chico me habló, yo me obligue a mirarlo y era precioso... Su nariz parecía una frambuesa que al parecer hacían conjunto con sus mejillas gracias al frío, era rubio, sus ojos eran como el chocolate amargo y tenía una linda sonrisa dibujada en los labios...El aire literalmente se me escapó de los pulmones.-
Soy Diego y te sentaste en mi asiento favorito.-¿Que puedo decir? Me puse nervioso y eso fue lo único que se me ocurrió decir.-
Oh lo siento mucho, ya causé una mala impresión.-El brillo de los ojos del chico se disipó levemente por un segundo y me arrepentí de abrir la boca.-
No te preocupes, eres lindo.-Yo realmente era malo en hablar con la personas, simplemente salía de mi boca lo primero que se me ocurría... todo fue tan vergonzoso.-
¿Crees que soy lindo?.-La sonrisa de Esteban subió hasta sus ojos y sus mejillas se pusieron más rojas.-
Eres adorable y eso me irrita.-Abrí mucho los ojos y mis mejillas se calentaron, me sentí vivo por un momento .-
Podemos ser amigos si eso te parece, tú también eres lindo.-Esteban intentaba buscar mis ojos pero yo solo miraba hacia un lado, no quería que viera lo raro y avergonzado que me sentía.-
Está bien.-Y no lo volví a mirar ni una vez en todo el camino.-
Yo me sentía extraño, el chico no se despegaba de mi lado y lo único que me dijo fue que lo acompañara a la dirección a buscar su horario y yo ni si quiera se porque seguía acompañándolo a todas partes, siempre que llegaba a la escuela me iba directamente a la biblioteca a dormir, a las únicas clases que asistía eran a las de matemáticas y hasta el día de hoy no entiendo como logre pasar de esa manera pero lo hice.
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One shots
Historia CortaAquí publicaré escritos cortos que de vez en cuando se me ocurren❤️