Capítulo 20: La pequeña Helena.

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Charlotte.


Desperté con un horrible dolor de cabeza.


De lo primero que supe, era que me encontraba recostada en una incómoda cama. Entreabrí los ojos, parpadeando varias veces para poder acostumbrarme a la iluminación del exterior.


—Hey, alguien despertó —dijo una voz, que inmediatamente identifiqué como Lena.


Terminé de abrir mis ojos para mirar a mí alrededor, la cama en la que yo estaba recostada no era la única en mi habitación, había una hilera de tres más a mi izquierda. A un lado, en una silla estaba mi hermana mayor, sonriendo débilmente; detrás de ella, Lena, la mejor amiga de Dani.


Recorrí con la mirada el lugar hasta detenerme en el par de ojos grises que buscaba; se encontraba recostada en el umbral de la puerta de los brazos cruzados, con una expresión indescifrable en su rostro y su postura se veía tensa.


Tenía un ojo tornando a color morado y un poco hinchado, su labio le sangraba y tres rasguños en su mejilla izquierda.


— ¿Qué te pasó? —fue la primera cosa que salió de mi boca.


Ella me miró, sus ojos lucían apagados. — ¿Cómo te sientes? —Devolvió, ignorando mi pregunta.


—Yo te pregunté primero —protesté, cruzándome de brazos.


—Yo estoy bien —respondió, cortante—. ¿Cómo te sientes tú? —repitió.


—Estoy bien —respondí de la misma manera que ella, a pesar de que me dolía mucho la cabeza.


—Bien.


Una vez dijo eso, se dio media vuelta y salió de la habitación como si nada, dejándome confundida. Lena intentó detenerla, pero la ignoró completamente. Parecía molesta. ¿Está enojada conmigo? ¿Hice algo mal? ¿Y por qué ella tenía la cara así? ¿Por qué yo estaba aquí, de todos modos?


—Lo siento, anda un poco sensible —Lena se encogió de hombros.


— ¿Está enojada conmigo? —Pregunté tímidamente.


—No. Está así con todo el mundo —empezó a recoger sus cosas, que estaban en otra silla—. Se siente culpable —confesó.


— ¿Culpable? ¿Culpable por qué?


Emma y Lena intercambiaron miradas.


—Shannon casi te mata en el comedor —empezó Emma—. Te golpeó y caíste al suelo. El golpe que te llevaste en la cabeza al caer te dejó inconsciente. Te trajimos aquí, a la enfermería, después de eso. La enfermera se estaba asustando porque no despertabas —explicó mi hermana.


Ah, claro. La perra de Shannon tenía que ver en esto.


¿Qué me estás haciendo, Charlie?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora