Capítulo 25

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Ethel cayo unos escasos dos minutos por lo que parecía ser un largo túnel, o tal vez una resbaladilla  muy inclinada, hasta toparse con el suelo y encontrarse en un lugar familiar a sus ojos

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Ethel cayo unos escasos dos minutos por lo que parecía ser un largo túnel, o tal vez una resbaladilla muy inclinada, hasta toparse con el suelo y encontrarse en un lugar familiar a sus ojos.

Estaba en una casa, pero todo se veía algo borroso y azul, mientras que en el suelo se formaban mágicamente las palabras "Lo que necesitas saber se encuentra en el pasado. Eres solo una espectadora, no pierdas energías intentando tocar o interactuar con el pasado"

—¿Qué? —preguntó confundida antes de ponerse de pie y sorprenderse al ya no tener el violín en sus manos o en la espalda —Oh, no.

—¡Mamá! —escuchó a una chica gritar mientras entraba por la puerta y azotaba la puerta.

Ethel, curiosa miró a la chica castaña que había entrado. La joven, muy asustada corrió hasta la cocina del lugar con una cobija cubriéndole la espalda.

—Mamá, debes ayudarme —pidió la chica aun con miedo, haciendo que su madre, quien se encontraba preparando la comida, volteara a verla.

Era una mujer de cabello rubio, pero ya tenía varias canas en la cabeza, estaba algo descuidada en su apariencia, su trasero parecía ser enorme, mientras que la parte de arriba parecía ser completamente plano, y sus ojos verdes eran opacados por las ojeras que yacían debajo.

—¿Qué sucede? —preguntó.

—¿Abuela? —dijo Ethel al reconocer a la mujer de la cocina.

—Es que... no sé cómo decirlo. Yo... bueno... ¿Recuerdas la historia de Dorina el hada?

—Si, tesoro.

—Pues... no te dije nada porque creí que no era nada, pero... tengo sueños extraños como si fuera... como si viera lo mismo de la chica del cuento, ademas creo que yo podría... ser como ella.

—Ay ¿Qué cosas dices? Esos son solo cuentos, solo —la joven dejó caer la cobija de su espalda, mostrándole a s madre unas hermosas alas doradas saliendo de ella.
La mujer quedó sin habla unos instante —Ay, Julie.

—¿Tía Juliette? —exclamó Ethel al mirar bien a la joven y ver algunos rasgos en común con su difunta tía.

—¿Tía Juliette? —exclamó Ethel al mirar bien a la joven y ver algunos rasgos en común con su difunta tía

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Symphonix: El violín de EthelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora