Amargas noches despejadas de nubes en mi almohada, frío en mis entrañas y la añoranza de mi amada, aquella mujer que una vez tuve y no, y que ahora en este instante impoluto, mis ojos están de luto, llorosos, y ya no te tengo a vos, es cuando más la deseo y la quiero tanto, ya que si una vez fue mía y no, y el pasar de las cuchillas cortando el tiempo a dolido al corazón, y yo sigo vivo, es porque el destino a decidido que ahora sean llantos fúnebres lo que antes fueron besos, caricias, abrazos y calor.