𝙈𝙔 𝙇𝙊𝙑𝙀𝙍 𝘽𝙊𝙔; 𝖩𝗈𝗌𝗁 𝖱𝗂𝖼𝗁𝖺𝗋𝖽𝗌

3. Bahamas

GALA

Bajo del avión mientras Addison me tapa los ojos con sus manos. Hemos aterrizado en el aeropuerto, pero no me dejaron mirar por la ventanilla para averiguar a donde viajábamos.

—Ya casi estamos—anuncia la morena, damos un par de pasos más, y nos paramos—¿Lista?—pregunta y yo asiento sonriente.

Me destapa los ojos, y en ese mismo instante veo a mis amigos vestidos con collares de flores tropicales, quienes no tardan en exclamar:

—¡Bienvenida a las Bahamas!

Siento que me voy a desmayar, pero lo único que consigo hacer es llevarme las manos a la boca y soltar un chillido.

Diferencio que el resto de chicos; Payton, Chase, Jackson, Noen, Sam y Chaser, están presentes. Supongo que han llegado en otro avión. Corro hacia ellos y me abalanzo sobre Payton para abrazarle, abrazo al cual los demás no tardan en completar.

—No me puedo creer que hayáis venido—balbuceo hundida en el hombro de Payton.

—Me alegro mucho de verte, Gals—susurra él, y me da un beso en la mejilla.

Cuando me separo de ellos, voy hacia el resto de los chicos, y los abrazo con fuerza agradeciéndoles la sorpresa repetidas veces.

—¿Y que hay de mi?—escucho, y cuando diferencio los ojos azules e inocentes que pone, y el puchero que sus labios forman no puedo evitar sonreír.

—Gracias por todo, Joshy—rodeo su cuello con los brazos—, por todo.

Se separa levemente de mi, y sujetando mi cintura, une nuestros labios en un -demasiado profundo- beso.

—Cortaros un poco, parejita—vacila Blake.

—No se come delante de los pobres—farfulla Chaser y no puedo evitar soltar una carcajada.

Addison se aproxima hasta nosotros, y me coloca una corona de flores tropicales en la cabeza.

—¿Lista para el mejor cumpleaños de tu vida?—pregunta, ensanchando su sonrisa.

Miro a Josh antes de dar una respuesta. Los cumpleaños hasta ahora, lucían tristes e insignificantes para mi, pero mirándolo a él, tenía la respuesta más clara que nunca.

Iba a ser el mejor cumpleaños.

—¡Prepárate Bahamas, hemos llegado!—chillo y todos alardean y silban mientras ríen.

Siento como él no lo hace, está ahí, mirándome, cada cosa que hago, con una sonrisa. Siento en sus ojos azules, que nunca nadie podrá quererme como él lo hace.

•••

Ahora es Josh quien cubre mis ojos con sus manos, escucho el sonido metálico de unas llaves chocando entre sí justo antes de introducirse en una cerradura. Escucho murmurar a mis amigos a mis espaldas, también escucho como Noah y Blake pelean con nuestras maletas tratando de sacarlas del maletero de nuestro Jeep.

La respiración de Josh me da en la nuca, y la piel se me eriza. La puerta chirría levemente al abrirse, el ojiazul da pequeños pasos detrás de mi, provocando que camine a su vez.