Capítulo 8

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Aria

Ayer fue un día bastante estresante por el hecho de haber conocido al nuevo, espero que hoy se le hayan pasado esos humos de mierda que llevaba ayer, porque si sigue así tendremos un problema.

Suelo ser tímida al conocer gente nueva o tener que conversar con alguien, pero con la actitud de Deiton nada más intercambiar palabra sin que estuviera mi madre delante pude notar que era una persona queda bien al cambiar de actitud tan bruscamente conmigo.

Se abren las puertas del ascensor y lo primero que hago es fijarme si el mal educado está ya en su puesto de trabajo. Como no había llegado se me ha ocurrido devolverle lo que me hizo ayer, porque conmigo no se mete nadie. Puedo ser muy buena pero a la vez muy mala.

Voy para la máquina de café y me preparo uno y otro para el maleducado, pero en vez de azúcar le echo sal para empezar bien la mañana.

Cuando llego a la planta tengo la intención de dejárselo en la mesa y así no tener que dar explicaciones, pero me lo encuentro organizando algo en su despacho. Pico a la puerta educadamente esperando respuesta que no hay por su parte así que respiro hondo y entro.

-Buenos días, señorito Anderson, como ayer empezamos con mal pie y he decidido prepararte también un café para hacer las paces.- digo con mi mejor sonrisa.

-Me sorprendes, no esperaba que una chica como tu fuera amable con alguien que te haya hecho algo.- dice dudoso.

-Una chica como yo.- pregunto frunciendo el ceño.

- Las chicas soberbias no suelen hacer este tipo de cosas.- me dice con una sonrisa de lado.

- Yo no soy así.- digo cortante.

- Los dos sabemos que si lo eres.- me dice restando importancia.

-Bueno, como no sabía exactamente de que preferías te he hecho un café con leche normal. - digo con una sonrisa forzada dándome la vuelta para volver a mi despacho.- Que te aproveche.

- Espera, de que es tu café.- pregunta de la nada.

- Capuchino, ¿por qué?-

- Creo que prefiero capuchino, si no te importa cambiarlo.- me dice con una sonrisa malévola.

- Tanto te cuesta aceptar el café que te he preparado.- digo enfadada.

- Claro que lo acepto, pero tanto te cuesta cambiar el café, ya que he dicho que prefiero capuchino.- me dice restando importancia, poniendo su atención en otro punto.

- Si vas a estar más contento, aquí tienes. - le digo dejándolo en la mesa y agarrando el suyo.

-Que te aproveche el café con leche, y cierra la puerta al irte.- me dice guiñándome el ojo mientras bebe de mi capuchino.

Será estúpido, con Aria Wilson nadie juega.

Esto es la guerra.


Deiton

En el momento que Aria vino antes a mi despacho con los dos cafés y con un tono de voz agradable sabía que algo tramaba para devolverme lo de ayer. La mimada no sabe ni devolver una broma.

El teléfono de mi escritorio comienza a sonar de repente.

-Quien es.- pregunto contestando.

-Ven a mi despacho.- me dice Aria y cuelga.

Me levanto y cuando llego a su puerta entro sin avisar.

-Parece que no sabes picar a la puerta.- me dice sin mirarme.

-¿Qué quieres?.- le digo cortante.

-Quiero que organices en orden alfabético todas estas fichas.- me dice poniendo sobre la mesa una montaña de papeles.

-¡Que! Porque mierda no lo haces tú?.-le digo retándola mirándola directamente a los ojos.

Se levanta de la mesa quedando cara a cara conmigo-Porque aquí la que manda soy yo.- me dice con una mirada asesina.

-Pensaba que la jefa aquí era tu madre no tú, niñata.- le digo acercándome un poco más, noto como se tensa al tenerme tan cerca de ella y se retira rápidamente.

-Coge las fichas y vete.- me dice sentándose.

-Ah y Deiton cierra la puerta al salir.- me dice guiñándome el ojo.

Cojo las fichas y salgo de su despacho dejando la puerta abierta. Que le quede claro que no voy a ser alguien que pueda dominar fácilmente, se lo pondré difícil.


***


La madre de Aria nos cita a todos los nuevos en la sala de reuniones, ya que tenía que informarnos de algo. Cuando llego me siento en las últimas filas esperando a que empiece la reunión.

-Buenos días a todos, os he reunido aquí para informaros que hemos planeado una cena en el jardín de mi casa para daros la bienvenida y así poder conocernos todos mejor. Os espero a las 8 pm de mañana, enviaré esta tarde la dirección por correo. Podéis seguir con vuestro trabajo, gracias.- informa la señora Wilson.

Salgo del lugar y voy a mi despacho. De primeras pienso que la cena de mañana va a ser una mierda, pero por otro lado creo que será buena idea acercarme más a Aria y poder ver cómo se relaciona con la gente. Además que en la cena no podrá mandarme a hacer nada, entonces hablaré con ella en otro ambiente.

Estoy preparado para la cena de mañana.


***


Nota de las autoras:

El siguiente capítulo va a ser muy interesante :)

Besos,

N y R

Sensaciones entrelazadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora