¡𝗧𝗲 𝗮𝗺𝗼, 𝗺𝗮𝗻𝗱𝗮𝗿𝗶𝗻𝗮! | LevHina.

𝗖𝗔𝗣𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢 𝗨𝗡𝗜𝗖𝗢

Lev y Hinata rápidamente se hicieron amigos cuándo el más bajo se había mudado de ciudad y entrado a la misma preparatoria que el primero.

Había pasado alrededor de un año desde que Shōyō había llegado a Nekoma, y había entrado al equipo de los gatos. Él era totalmente feliz luego de haber sufrido el desinterés de su ex equipo de cuervos.

Lev se encargaba siempre de observar atentamente a su anaranjado amigo, siempre lo cuidaba como si fuera la persona más frágil de todas. Y es que para él, así era Hinata, una persona que demostraba ser fuerte pero que con un mínimo toque se rompía en millones de pedazos por dentro sin que te dieras cuenta.

En un principio, el mitad ruso pensaba que sentía admiración por el ex cuervo de Karasuno. Pero cuándo empezó a pasar mucho tiempo con él, durante las clases, el entrenamiento y las salidas entre compañeros, sus pensamientos tomaron otro rumbo porque a Haiba Lev, le gustaba un enano proveniente de Miyagi.

Hoy era un día bastante importante para el de cabellos naranjas; su primer juego como titular.

Lastimosamente, Inuoka se había mudado a Kanagawa a mitades del año, por lo que no dudaron en poner al pequeño bloqueador central.

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El partido avanzaba rápidamente, un set a favor de Nekoma y otro set a favor de Datekou.

Kenma colocó la pelota hacia Lev, quién intentó rematar, aún así no pudo; Aone y uno de sus compañeros bloquearon rápidamente aquella jugada. Todo fue en cámara lenta, los del Nekoma veían como perderían el partido por ese mísero punto. Sabían que si no los paraban ahora, no podrían.

El balón pasó rozando las manos de Lev, quién recién estaba pisando la cancha nuevamente. Nekoma había perdido las esperanzas, el líbero sabía que no llegaría. Todo se quedó en silencio, todos estaban sorprendidos con tal acción.

Hinata Shōyo, el bloqueador central, había levantado el balón como si fuera algo que le salía a la perfección. Su equipo sabía que no era cierto, el enano se cabello naranja era pésimo para levantar el balón. Pero ahí estaba.

Yaku quería llorar de la emoción mientras observaba todo desde las gradas junto con Kuroo y Nobuyuki, hacia un año recordaba a la perfección las veces que intentaba enseñarle a el pelinaranja y a Lev a levantar el balón. Todo era en vano.

Pero hoy, finalmente el ex cuervo de Karasuno, es un gato adulto. Un destacado miembro de la Preparatoria Nekoma.

Lev sintió que la presión se le bajaba por unos segundos al ver de reojo como el chico que tanto le gustaba recibía aquella pelota como si nada. Quería abrazarlo, felicitarlo, y tal vez besarlo. Pero no era el momento.

24-23. A favor de Nekoma.

Nuevamente aquel objeto redondo volvió al lado del rojo escarlata, un bajo chico con cabello igual que un pudín levantó la pelota hacia Shōyō, quién rápidamente remató, llevándose el punto ganador.

El equipo rojo se quedó callado, estaban shockeados y sin poder creerlo. Habían ganado las Nacionales. Nadie podía creerlo.

-¡Y los ganadores de las Nacionales de Japón de este año son, la Preparatoria Nekoma de Tokyo!

Una vez se escucharon esas palabras, los gatos corrieron a abrazar a Hinata y abrazarse entre ellos. Las lágrimas no eran contenidas, se sentían plenos y felices. Tanto sudor y esfuerzo había valido la pena.

Las cámaras se acercaron a la cancha, con el permiso de los encargados de que nadie interrumpa el partido. Grabaron como el equipo escarlata se abrazaba feliz, luego los lentes se dirigieron a dos personas que de pronto se pararon. Lev y Hinata.

Shōyo no entendía porque su amigo le pedía que se levantara. Su equipo los observaba disimuladamente mientras se abrazaban en el piso.

Lev al pararse al lado de Hinata, lo observó atentamente, algo sonrojado y pensando en lo bello que aquel bloqueador era, con aquella deslumbrante sonrisa y su gran buen humor. Una sonrisa inevitable se posó en sus labios antes de agacharse y plantar sus labios quietos en los de su amigo.

-¡Te amo, mandarina!-Le gritó una vez que se separó, aquel grito se debía a las emociones que se desbordabande su corazón.

Había olvidado donde se encontraba, de sus amigos, de las cámaras, del público, de todo. Los entrevistadores habían grabado todo, y lo transmitían en vivo. Todos estaban eufóricos por la declaración del más alto, era algo que nadie se esperaba.

Hinata estaba rojo, y muy sorprendido. Empezó a tartamudear sin saber que decir, los nervios eran más que él. Sin saber que decir, solo tiró del cuello de su amigo, y estampó sus labios en un leve beso.

Ya sabía que aquello podría traerle problemas debido a estar en público, no le importó. Lo amaba más que nada en el mundo, y ahora sabía que Haiba Lev también lo amaba; no había nada más hermoso y satisfactorio que besar los labios de la personas que amas y te ama.

Para Hinata y Haiba, aquellas Nacionales iban a ser su recuerdo más preciado.

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¡Hola! ¿Como están? Espero que muy muy bien. Decidí escribir este one-shot hace unas semanas, pero finalmente hoy pude plasmar en palabras lo que más o menos quería. ¡Espero y sea de su mayor agrado! Sé que es un ship algo extraño, pero no le quita la ternura que daría esta pareja.♡

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