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Pasado

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Pasado


── ¿Recuerdas que lo que calzaba ese día? ─ Kenta tomó su celular, mostrando la fotografía que se había tomado junto a Tenko la primera vez que lograron que Mon Chan les diera la mano.

── La última vez que supe de él, corría por la casa con esto puesto ─ señaló los pies de Tenko, en específico, aquellos zapatos rojos.

El policía frente a ella asintió, bajando la cabeza y abriendo una bolsa de plástico, con guantes puestos, tomó el contenido, dejándolo sobre la mesa.

── ¿Eran estos? ─ Kenta observó los zapatos puestos sobre la mesa, arrugado un poco la nariz al notar que si eran de Tenko.

── Si...─ el policía asintió, volviendo a tomar la evidencia para observarla mejor.

── Las personas que pasaron cerca de él mencionaron que parecía estar llorando...─ guardó todo otra vez ─ Todos pensaron que un héroe lo vería pronto ─ Kenta tragó un poco de saliva antes de hablar

── ¿Por qué no lo ayudaron?

── Los héroes eran los responsables de hacerlo ─ Kenta se levantó de la silla, saliendo de ahí sin decir nada, se detuvo al estar fuera, sintió como sus lágrimas descendían por sus mejillas.

¿Qué había sucedido con su hermano?

Kenta observó las calles casi vacías, seguramente la mayoría d de los adultos seguían en el trabajo.

Yo tendría que estar en la escuela

Tomó su celular para observar la hora.

¿Tenía que ir a la oficina de Kotaro?

Leyó el mensaje completo, guardó otra vez su celular dentro de su sudadera y comenzó a caminar, limpiandose las lágrimas ahora secas.

Con el dinero de Kotaro, podría conseguir un mejor lugar para que tú y yo aprendamos a ser felices, Tenko.

El corazón de Kenta dolía en ese momento, creía ya haber superado la desaparición de su hermano y la muerte del resto de su familia, pero cada que lo recordaba, su corazón parecía doler más.

Sus pies comenzaban a doler, se había negado a usar el tren para llegar a aquel lugar, caminando desde su hogar hasta aquella comisaría.

Se detuvo unos segundos, alguien había chocado con su cuerpo, observó a aquella persona, sintiendo como el aire comenzaba a faltar al observar unos pequeñas manos apoyadas sobre el suelo, intentando tomar fuerza para ponerse de pie.
Se acercó a él, observando la playera que llevaba y sus pies descalzos.

IF YOU - Shōta Aizawa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora