Capítulo 21

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-Recuerden que todos los lunes y viernes tenemos práctica.

Las horas habían pasado volando. Después de un arduo tiempo de estudio, el cerebro de Naruto intentaba procesar toda la información recién adquirida. Había muchas leyes y normas que tenía que tener en cuenta para una buena redacción y eso era lo que le preocupaba.

Las palabras de Itachi eran motivadoras pero no del todo.

Sé que dentro de poco lo lograras, aunque no lo creas eres igual que yo.

Tal vez se deba a que venía de Rusia o que tuvo el mismo problema al llegar, pero esas palabras lo motivaban a continuar con sus estudios.

Guardó el cuaderno en su mochila para poder retirarse con Gaara. Quería preguntarle en qué lugar había practicado tales movimientos, sí que lo había tomado por sorpresa.

Cuando lo vio saliendo de los vestidores se apuró en llegar.

-Gaara...

-¿Qué sucede Naruto?

El tono que tenía era el mismo que usaba siempre, por lo que su apatía no le sorprendió. Ya se había separado lo suficiente de Itachi, sabía que tarde o temprano Iruka se iba a enterar de que no usaba su acento y la muletilla, por lo que fingió.

-¿Volveremos al aula ttebayo?

-Sí.

Y hablando de Iruka.

-Diablos –chasqueó la lengua.

Recordó que tenía que ir a la sala de maestros para cuando acabaran las clases y aún sentía remordimiento por parte de sus tutores. Y ese maestro de química –que ni su nombre se había atrevido a recordar- le causaba repulsión.

-¿Sala de maestros?

Afirmó con la cabeza. Una débil risa salió disparada de sus labios dándole cierto toque dulce.

-No es para reírse ttebayo –infló las mejillas como aparentaba.

-Pero es gracioso –continuó-. Meterse en problemas en tu primer día, tú sí que eres impredecible.

Haber dicho un poco más de las palabras con las que se encontraba acostumbrado lo inquieto, pero Naruto lo tomaba como un progreso. Si lograba tener a Gaara comiendo de su mano el año no sería tan complicado. Es más, tal vez lograra deshacerse del azabache Uchiha y su secreto quedaba salvado.

-¿Me puedes acompañar ttebayo?

-Solo si no te demoras mucho, tengo trabajo esta tarde.

-Okay, no me demoraré mucho para que vayas a tu... -y como si fuera la solución a sus problemas, lo sostuvo por los hombros agitándolo sin parar- ¡¿Tienes trabajo?!

-En la cafetería Uzumaki –exclamó soltándose.

Deberás encontrar un empleo para sobrellevar tus gastos, recordó las palabras que su tutor le había dicho el día anterior. Lo del trabajo aún seguía en pie, eso significaba que si entraba a esa cafetería con Gaara, de seguro lo dejaban tranquilo.

-Gaara...

-¿Qué sucede ahora?

Movió los dedos inquietamente, chocando los índices desde cierta distancia y girándolos. Estaba seguro que si alguien más lo viera en esa situación pensaría que se encontraba nervioso.

-Hay... ¿Hay puestos que faltan?

La frente de Gaara se levantó un poco y solo en ese momento se dio cuenta de que no tenía cejas, enserio. Un tatuaje con Kanji estaba colocado en esa zona reemplazando a su vellos pero aunque buscara no encontraba ni el crecimiento de estas.

Buscado por amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora