Prólogo.

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Mis padres han muerto, ambos.

Se supone que debo llorar, pero ni una lagrima saldrá de mis ojos.

Yo no los odiaba, tampoco los quería.

Ellos me odiaban, apenas y me dirigían la palabra.

No eran buenos padres.

O quizás... Yo no fui buena hija.

La cosa es que se han ido.

No van a volver, jamás.

Y así empezo mi hobby.

Todos los días, por la noche me recostaría a contemplar la luna llena.

Esa luna que siempre está presente

Esa luna que siempre brilla.

Esa luna que nunca me va a abandonar...

Icarus: Moon's RisingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora