• Capítulo 5

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Lauren estaba frente a su espejo, observando su vestuario, un halter top y jeans ceñidos, era básico, pero funcionaba, le gustaba lucir sofisticada y sexy al mismo tiempo. Apartó un mechón cabello de su hombro, y pudo notar un pequeño moretón en su cuello. Sonrió, recordado lo sucedido... los besos, las caricias... la pasión con la cuál la hizo suya. «Dios, me hiciste sentir tan mujer, Byul. Como nunca ninguno lo había logrado antes.», cerró los ojos y suspiró. -Mmm... me muero por estar entre tus brazos de nuevo... -Susurró con una sonrisa, repasando el moretón con sus dedos.

-¿De quién diablos hablas? -Interrumpió su mamá.

Lauren se sobresaltó y volteó inmediatamente. -¡¿Qué no sabes tocar?!

-Lauren, por Dios. ¿Qué te pasa?

Lauren la miró confundida. -¿De qué hablas, mamá?

-Esta mañana, cuando entré en la cocina, encontré un desastre de mermelada por todos lados.

-¿Y? -Intentó disimular sus nervios, volteándose otra vez hacia el espejo.

-Y... también encontré esto en el suelo. -Alzó una mano, mostrándole como su ropa interior, embarrada de mermelada, colgaba de uno de sus dedos. -¡¿Cómo te atreves a meter a un hombre en esta casa?! -Gritó alterada Haneul, tirando la prenda en dirección a su hija.

Lauren sonrió, aliviada por el hecho de que su madre no sospechara nada acerca de Byul.

-Me atrapaste. -Dijo poniendo su cara más inocente, riendo luego.

Haneul se acercó para girarla hacia ella.

-¿Y así, tan cínicamente lo dices? ¿Por qué haces eso? ¿En dónde quedó tu dignidad, la moral?

-¿Y todavía me lo preguntas?

-No te entiendo. ¿A qué te refieres?

-No hay nada que entender, mamita. Sólo sigo tu ejemplo. -Haneul levantó la mano, haciendo ademán de pegarle. -Cuidadito, madre. Creo que ya estoy bastante grandecita para que me levantes la mano, recuerda que ahora puedo defenderme.

-Apenas tienes dos semanas aquí y ya estás haciendo ese tipo de cosas. ¡Esas cochinadas! Me das pena ¿sabes? -Negó con la cabeza, decepcionada, suspirando cansada.

-¡Ya no soy una niña! Así que lo que haga en mi vida íntima, a ti no tiene por qué importarte.

-No puede ser, te veo y no te reconozco. El sexo sin amor es algo vergonzoso. Son cosas que hacen las mujeres baratas y sin escrúpulos...

-¡El mismo tipo de mujeres que se acuestan con el esposo de su mejor amiga! «Perdóname mamá, no sé por qué te lastimo de esta forma... Es sólo que siento tantas cosas... Coraje, rabia, impotencia... y ¡todo por tu culpa!», pensó Lauren, sintiendo un pequeño dolor en el pecho.

Los ojos de Haneul se llenaron de lágrimas rápidamente. -¡No puedo creer que me estés hablando así! Nunca lo habías hecho...

«Perdón, mamá.», Lauren frunció el ceño, intentando ocultar lo que le causaba pronunciar esas palabras. -Es sólo que nunca había tenido motivos para hacerlo, hasta ahora.

-No entiendo. ¡¿Por qué se te hace tan difícil aceptar que nos amamos?!

Pero ni ella misma sabía la respuesta exacta, el porqué de su desacuerdo y toda esa rabia que sentía hacia su madre. Eran tantas cosas... -Sabes perfectamente que eso, lo que dices que es amor, no existe. -Salió de su habitación, dejando a su madre llorando. «Ya se le pasará, ella es así de sentimental.», se dijo a sí misma para alivianar la culpa.

Sabor a ti. (Adaptación) Moonbyul x fem readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora