El lugar donde los estudiantes de Hogwarts solían pasar horas en un partido en circunstancias normales, se encontraba irreconocible sorprendiendo a todo el que lo observaba en cuanto fueron llenando las tribunas. Lo que una vez fue un campo totalmente plano apenas ocupado por seis aros, era reemplazado por un seto de seis metros de altura que rodeaba gran parte del espacio, con un hueco en que indicaba la entrada.
La azabache abrazó por última vez a su novio sonriéndole desde la escalera de la tribuna sin querer dejarlo ir del todo, pero con un último beso casto del tejón, se obligó a subir en busca de su asiento que le había guardado su hermano y sus amigos, sin poder observar a Cedric ir hasta donde estaban el resto de los jugadores. Su mejor amigo fue el primero en saludarla en cuanto se sentó poniéndola al tanto de lo que sucedía.
— Toma— le dijeron desde el asiento detrás de ella, logrando que Elynne notara que Eleonor y sus amigos estaban sentados allí, y que la rubia le ofrecía un banderín de Hufflepuff para apoyar al tejón—. Por un instante creí que irías a despedirlo en la entrada.
— O que entrarías con él— bromeó Martin riendo, provocando una risa compartida con el resto de los chicos, que apenas fue apagada por Bagman al llamar la atención de todos.
El jefe del Departamento de Deportes y Juegos Mágicos se había apuntado a la garganta con la varita, para lanzarse un sonorus, y que su voz, amplificada por arte de magia, retumbara en las tribunas, calmando el ruido que se encontraba siendo provocado por los estudiantes hablando entre sí. En el campo se encontraban los cuatros campeones posicionados para empezar la prueba en cuanto Bagman les indicara.
—¡Damas y caballeros, va a dar comienzo la tercera y última prueba del Torneo de los tres magos! Permítanme que les recuerde el estado de las puntuaciones: empatados en el primer puesto, con ochenta y cinco puntos cada uno... ¡el señor Cedric Diggory y el señor Harry Potter, ambos del colegio Hogwarts! —gritó ocasionando que una multitud de aplausos hicieran eco en el estadio, a la vez que se podían observar algunos estudiantes levantar sus pancartas y banderines en apoyo a su campeón.
Sin estar acostumbrados a hacer un escandalo de esa manera, los Slytherin que apoyaban a Diggory, se limitaron a levantar banderines, y aplaudir de manera apacible. Incluso la novia del campeón se limitaba a sonreírle, sin saber si él lograría verla en medio de la multitud.
ESTÁS LEYENDO
Malos Hábitos [Cedric Diggory/Lucius Malfoy]
FanfictionLa libertad es un derecho que algunos han tenido hace tanto tiempo que la han subestimado, y ignorando su verdadero valor, cuánto significa ser libre. Pero quienes han sido oprimidos desde su nacimiento, cuya vida han sido planeada desde la concepci...