A esas alturas, el ejercicio terminaría en nada. Pudieron observar como Ochako consiguió encontrar la ubicación de la "bomba", vigilada por el "súper villano de las pantorrillas veloces": Tenya Iida. El joven de gafas se metió bien en el papel, ni os lo podéis imaginar... por eso, Ochako bajó la guardia al no poder contenerse una carcajada. En otra cámara, tenían ya la escena decisiva de la película: cuando Deku, "el gran justiciero quebranta piernas" queda aparentemente atrapado entre la pared y Bakugō, "el gran y despiadado villano al que le encantaba romper cosas por el camino como entretenimiento". ¡Vaya! ¡Como esa pared que Izuku tenía detrás, esa preciosa fachada que acabó más destrozada que Denki cuando daba el cien!
—Profesor, ¿no debería parar el ejercicio? —se temió Kirishima. La verdad es que, visto lo visto, la seguridad de Deku peligraba un huevo —. A Katsuki se le ha ido la cabeza. Se lo va a cargar.
Uh, si tan solo se lo fuera a cargar... No, la cara de Kacchan no decía simplemente "¡Te voy a matar, maldito empollón!", no, era más bien algo como "¡Te vas a enterar, maldito Deku! ¡Vas a sufrir, vas a suplicar piedad y después igualmente te voy a matar!". Sí... una cosa como esa. Y, uff, a pesar de que All Might sabía que debía parar el ejercicio, una parte de él quería comprobar hasta dónde era capaz de llegar su protegido. ¿Hasta dónde podía aguantar?
—Aún no, ¿a que es lo que vas a decir? —averiguó Akira, que mientras All Might lo pensaba, se había dedicado a analizar sus ojos. ¡Está bien! Puede que tuviera miedo de lo que Bakugō sería capaz de hacerle a Deku; ¡ya quedaba demostrada su sangre fría! ¿Qué pretendía demostrar?
—Exacto, Akira chavalita —volvió a la pantalla, esperando de verdad que aquella fuera la decisión correcta —. Aún no...
Katsuki corrió furioso a por Izuku y, aunque no escucharan, se intuyeron a la perfección sus palabras: te voy a aplastar. Un "te voy a aplastar" cubierto de odio y resentimiento. Los potenciadores de sus manos –los juguetitos que reventaron la pared como si fuera cristal–, se prepararon para volver a ser lanzados, esa vez para dar completamente en su objetivo humano.
All Might detuvo su ataque mortífero.
—Bakugō, si vuelves a hacer algo así vuestro equipo quedará eliminado —anunció el profesor por el pinganillo. Kacchan vaciló, pero finalmente paró y bufó —. Un ataque a grande escala en un espacio cerrado no es necesario a menos que beneficie a otros. No tiene sentido ni para los héroes, ni para los villanos. Eso te hará perder un montón de puntos.
Fue la oportunidad perfecta para que Izuku se lanzara a por él, quien había estado esperando el momento en el que la explosión humana bajara la guardia y pudiera atacar. Claro que los reflejos de Bakugō eran dignos de admiración, pues sin siquiera mirarlo, consiguió confundirle y atacarle con una explosión en su espalda.
—¿Has visto eso? —Kirishima sacudió a Akira por el brazo, siendo la más cercana a él. Pero, esta, con sus ojos azules sobre la pantalla, solo se tambaleó por el agarre del pelirrojo sin apartar su mirada, perpleja por lo que acababa de ver. Guau, eso había sido tan ágil y poco premeditado al mismo tiempo... que no tenía palabras.