Capitulo 182

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Lara.

–Entonces llevas tiempo trabajando en la empresa que está cerca.

Jessica me había dicho mucho más de su vida que las veces anteriores.

Ella dijo que si a mi respuesta y me comenzó a contar sobre su experiencia.

–Gracias a este trabajo me empecé a arreglar más. Sabes que no puedes ir desarreglada porque puedes dar una mala imagen y gracias a esto... También conocí a Santiago.-

Por qué todo tenía que ver con el?

Ya sentía el odio creciendo en mi. Cómo las mujeres se obsesionaban tanto con este ser?

–Sabes que a él...no le gusta las mujeres desarregladas.- estúpido estereotipos.

Es que acaso una mujer se despierta con la cara embarrada de medio kilo de maquillaje y con un cabello perfecto?
Pues no.
Las mujeres no solo nos hacíamos notar por eso, había mucho más y por un solo día que no estuviéramos perfectamente bellas eso no definia el resto de nuestra vida.

–No estoy en contra de que tienes que verte perfecta o casi perfecta todos los días. Pero pienso que no lo debes hacer para gustarle a los demás. Solo a ti.

–Santiago me quiso así...de otra forma no se fuera fijado en mi.

Esto era como hablar con una pared.

Esta chica estaba obsesionada.

–Jessica. Conseguirás a alguien mejor, mira lo hermosa que eres y te aseguro que debajo de ese vestido y maquillaje. Esta una chica increíble.

Se sonrojo a mi comentario y yo le sonríe.

–Quiero estar enamorada Lara, conseguir a alguien que en serio me valore.

Toque su mano levemente.

–Lo conseguirás.-

Y algo en ella se renovo, en las siguientes horas de la cena no se dijo más nada de Santiago.

Cuando nos íbamos sentí la sensación de que alguien me estaba mirando. El cuerpo de me erizo y solo lo hacía de esa manera cuando el estaba cerca.

No podía ser que estuviera aquí.

Al menos que estuviera con Blair.

Igual, no me interesaba.

Lleve a Jessica a su casa y fui con mi Ferrari rumbo a la residencia. Me senté un rato en banco de la plaza que compartía las áreas comunes.

Encendí el cigarro y mire la noche. Llevaba casi tres meses en la facultad de Literatura, tres meses que habían sido un caos.

–No pensé que estuvieras aquí.- levanté la vista y sus ojos azules brillaban en medio de la oscuridad.

Eran perfectos. Tenía que aceptarlo.

–Me vienes persiguiendo desde el restaurante? Porque no me sorprendería esa táctica tan patética tuya de acoso.

Miro al piso y siguió caminando hasta que se sentó a mi lado. Si silencio me hizo entender que si era el, quien me miraba en el lugar de carnes.

–Asi que estabas con tu mejor amiga Blair. La ladrona de motos.- mi risa agria lleno el lugar.

–Sabes que no quieres hablar sobre eso.- tenía razón.

No me interesaba arruinar mi noche.

Era una de las conversaciones más serias y tal vez largas que habíamos tenido en días. Desde que nos ignorabamos mutuamente.

–No es la primera vez que te hago referencia sobre esto. Sin embargo te lo volveré a preguntar. Te gusta Luke?

No lo mire, solo observé las estrellas y conté una por una.

–Creo que nos hemos ignorado desde hace unos días y te sientas aquí solo como si nada y me preguntas esto.- respire profundo.

El frío de la noche quemaba mis mejillas.
No sabía si era una excusa para tapar la rabia que sentía.

–No es la primera vez que nos ignoramos Lara y tampoco será la última. Siento que estamos en un ciclo que no acabará donde siempre peleamos y discutimos por lo mismo y terminamos aquí sentados hablando sobre asuntos que no tienen nada que ver.-

y ahora que le picaba...

–Asi que solo querías hacer una pregunta al azar para romper el hielo..

–Solo quiero que me respondas.- su voz sono fuerte y decidida.

–Te quedarás con la duda entonces. O mejor dicho, ya sabes la respuesta, las has obtenido frente a tus ojos varias veces como hoy, cuando nos interrumpiste.

No voltee en ningún momento y el no respondió.

No sé cuánto paso, pero no quedamos en silencio sentados. Mirando la noche, está vez ninguno hablo, nadie se fue, nadie huyo o pataleo, ni se insulto.

Solo nos quedamos ahí, hasta que cualquiera de los dos decidiera irse primero.




Aléjate o déjate llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora