Te Veo (Diario de un acosador)

Carta 1

Señorita Granger,

Si tan solo tuviera las palabras adecuadas para decirle lo hermosa que es no perdería mi tiempo escribiendo en esta insípida hoja, pero temo que si hablara en base a la profundidad de mis sentimientos usted sin duda saldría corriendo... Porque Señorita Granger, mi admiración por usted no cesa y ahora la veo hasta en mis sueños.

¿Sabe cuánto tiempo estuve esperando por usted? Sin saber cómo sería ya la soñaba y la anhelaba en mis noches desiertas, mi corazón palpitaba con fuerza cada día a la expectativa de conocer a la mujer de mi vida...

¡Usted es la mujer de mi vida!.

¿Podría imaginar que yo soy el hombre de su vida?

Yo podría hacerla feliz, no sabe todo lo que podría hacer por tan solo un poco de su atención... Usa negro muy seguido, pero el blanco le queda mejor, hace un contraste perfecto con su piel de porcelana y las escasas pecas de su rostro.

Dices que no se te da el romance, pero yo sé que anhelas un hombre atento que te compre flores y escriba cartas, de esos que ya no existen. Pero yo existo y podría hacer eso por ti, eso y mucho más si tú me lo pidieses... ¿Lo ves? Soy perfecto para ti.

¿Él sabe lo cansada que estas de tener la misma conversación?... Actúas como si le prestaras atención, pero yo la conozco y sé que le aburre... Señorita Granger, ¿no ve que el afortunado es él?.

¡Ya deje de actuar como si fuese al contrario!

Yo aprecio todo lo que dices... Todo lo que haces, todo lo que usas...

¡Yo debería ser el centro de tu universo!

No puedes escapar de mi inquisidora mirada y lamento si es que eso te hace sentir incomoda pero no dejare de hacerlo hasta descifrar cada código, no pararé hasta conocer cada rincón de tu alma.

¿Acaso no ves que me perteneces?

¿Acaso no notas cómo sufre mi pobre corazón?

Por cada cosa que oigo de ti siento como la vida entra y a la vez sale de mi cuerpo... ¿Tienes idea de que como se siente amar a alguien que está muy cerca y a la vez tan lejos?.

Me duele cuando pones distancia entre los dos, cuando decides alejarte de mí, ¿acaso crees que no me doy cuenta?... ¿Crees que ignorando mis sentimientos se irán así de fácil?.

A diferencia, no me conoces en absoluto... ¿Quién crees que te cuida cuando sales a dar tu caminata nocturna por el circuito?... Odio que hagas eso, cualquier psicópata podría aprovecharse de la situación.

Por ello te sigo, yo siempre te observo; mataría a cualquiera que osara dañarte.

Cada respiro que tomas, cada movimiento que haces, cada palabra que dices y cada noche que pasas fuera de casa mi amada Señorita Granger... Yo te estoy observando.

Tal vez es un poco enfermo, ¿lo es?. No lo creo.

Debería ser normal que cuando te enamores lo único que veas al rededor sea la cara de esa persona, ¿no?. Yo no puedo reemplazarte, en mi pensamiento solo habitas tú... Yo podría dejar de comer durante una semana y solo alimentarme con la contemplación de tu rostro.

¿Sabes cuánto he llorado? ¿Por qué no lo ves?.

Yo te veo...

¡Mírame!...

Por favor hazlo antes de que sea tarde y cometa una locura... Antes de que queme todas las fotos tuyas que tengo en mi buró...

Antes de que tome la decisión y me la lleve lejos de todos los que no la valoran. Cada día que te veo con él me pregunto para qué rayos salí de casa... Pero luego te veo y aunque duele sé que a valido la pena.

Oh, Señorita Granger. Yo voy a salvarte y te llevaré ha alguna parte donde no necesitarás a nadie más que a mí.

Te daré tiempo, tiempo para que me ames. Pero no te tardes, mi amor es grande, sí. Pero mi paciencia es poca.

Por ahora me conformaré con seguir mirándote mientras me ahogo en la desesperación y la angustia de saber algún día como se sentirá cuando seas mía