07

411 58 7
                                    

Entraron, saludando algunas de las familias vecinas o de los amigos de Ava, Ada saludo a algunos de sus amigos con los que había crecido.

Se sentaron amigos con ellas, y los padres en una mesa aparte, para discutir sus temas de adultos y los jóvenes, sus cosas.

Se encontraban cenando, de manera amena, entre conversaciones triviales e incluso, sin sentido. Reían y hablaban, así sucesivamente.

—¿Te gustaría bailar? —tocaron su hombro, llamando su atención y la de toda la mesa de sus amigos

Un hombre, ligeramente fornido, de aspecto varonil, cabello perfectamente peinado hacía atrás, junto a una camisa de color negro, combinada con un pantalón del mismo tono, destacaba la tela fina y brillosa, como plus, unos bellos ojos platinados; sonrío viendo a Ada, extendiendo su mano.

Ava codeo a su hermana, quién había entrado en una especie de trance, trato de asentir, pero solo continuó embelesada con su belleza.

—Le encantaría —habló Ava, picándole una costilla a Ada

—No lo dudo, pero, me encantaría que fuera ella quien lo dijera

—E-ehm, sí —titubeo, tomando su mano, saliendo de aquella mesa, caminando a la pista, un poco alejada de ahí—. ¿Qué diablos haces aquí?

—Oye, oye —murmuro divertido—. Te agradecería que me trataras mejor

—¿Cómo piensas qué...?

—Shh Ada —susurro, poniendo un dedo en sus labios —, siempre hablas demasiado cuando no es necesario

Su mano en su cadera la aferro contra el mismo, intentado eliminar cualquier espacio que los separase, Ada apretó su agarre en su espalda media.

—Insisto —susurro, cuando la separó para darle una elegante vuelta—, ¿qué haces aquí? ¿Cómo es que todos pueden verte?

—Te responderé, lo prometo, ahora, disfrutemos de esto, tiene años —murmura—, bueno, siglos de que no lo hago

Ada no dijo nada, solo dejo que las habilidosas manos de Pitch la guiarán, quien parecía saber a la perfección como mover sus manos y piernas, haciéndola girar y destacar con sus pasos elegantes de música tranquila.

—¿Cómo es que eres tan bueno? —susurro Ada, siguiéndole el ritmo

—Ada querida, no mires abajo, deja que tus pies te guíen —sonrió, mirándole de reojo—. Un rey, debe saber de etiqueta

Ada sonrió.

—Vaya, eso explica mucho

—Me alegra que encuentres tus propias respuestas, las necesitarás

Ada no respondió, solo continúo moviendo sus pies al compás de los contrarios, con algunas risas.

«Cuando le miraba asecharme desde la esquina más oscura de mi habitación, en uno de sus rincones preferidos, me aterraba, pero, cuando su historia consiguió forma y tenía una estructura, ya no se veía tan aterrador.

La única diferencia entre el villano y el héroe es quién cuenta la historia.

Él era un ejemplo de ello, pero, estaba cansado, no, no quería compasión, solo hablar por él mismo.

Que importaba ser el villano, era un rey, uno destacable, que había sido consumido por la tardía respuesta de una esperanza resquebrajada.»

»

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
sᴏᴍɴᴜᴍ ᴇxᴛᴇʀʀᴇʀɪ | ᴘɪᴛᴄʜ ʙʟᴀᴄᴋ [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora