Viajes Enlazantes

El descenso de la muerte a la vida

Saucé agitó su cayado, para luego golpear la base de este contra la arena, haciendo que un enorme remolino me pusiera de un lado y a ella del otro. Cuando el remolino de arena y viento cesó, Saucé se encontraba arrodillada en la arena, tratando de sostenerse de su vara, agitada y sin fuerzas. La ayudé a levantarse pero apenas podía moverse, "ahí está nuestro banquete..." me dijo, mirando hacia unos alimentos que estaban sobre una manta

-¿Hiciste tanto esfuerzo para esto? -le dije mientras la llevaba lentamente para que se siente y ambos comamos juntos-

-Era necesario...~ -me dijo- no puedes morir de hambre mientras me encuentre a tu lado...~

En ese momento no sabia si yo era tan valioso como para que un ángel se esfuerce tanto por mi... o si el ángel era más valiosa que yo por esforzarse tanto...
Acaricié su cabello, y ambos comenzamos a comer, comimos y bebimos hasta que nos dio sueño, y esta vez, ella se alejó para liberar sus alas y usarlas para dormir a mi lado, mientras yo me cubrí con la manta que me dio.
"Ahora he de encargarme de cuidarla, porque en realidad ella es más valiosa que mi vida..." fue lo último que pensé antes de quedarme dormido...

A la mañana siguiente, ella fue la primera en despertar, diciendome que era hora de seguír caminando, manteniendo su sonrisa con sus ojos cerrados como peculiarmente lo hacía, y comenzamos a marchar.
Llegamos a un pequeño asentamiento, aparentemente era de una caravana

-... este no es el luhar al que debíamos llegar... -me dijo- está más adelante, aquí solo hay maldad, lo mejor sería rodearlo

-entiendo... -le respondí- luego de lo de ayer... me quedé preocupado por ti...

-¡Estoy bien!~ -me dijo algo sonrojada- Nada que un buen descanso no arregle~

-Entonces puedo estar tranquilo -le contesté- Sigamos

Seguimos y rodeamos el asentamiento, llegamos a un pequeño valle, donde era un tanto extraño que nadie pasara por allí

-Ya estamos bastante cerca~ -dijo Saucé- ¡Deberías estar contento!~

-en ese momento me detuve y le pregunté- ¿Te quedarás conmigo cuando lleguemos?

-ella quedó en silencio mientras miraba hacia otro lado- ...te confesaré lo que necesites saber cuando lleguemos...

-En ese caso, dimelo ahora -le dije-

En eso, la tome de los hombros quitándola de en medio y recibiendo un flechazo en el hombro, comenzaron a aparecer bandidos de todos lados, eran cinco en total. Sustraje la flecha de mi hombro, y con ella me enfrenté a los bandidos, mientras Gabu quedó detrás mío. Aunque logré matar a tres y los demás huyeran, quedé demasiado herido, solté la flecha y caí... Gabu lloraba al verme en sl suelo y mal herido, lo último que sentí, fueron sus labios juntarse a los míos mientras las heridas en mi cuerpo comenzaban a cerrarse y la sangre se convertía en agua, hasta que finalmente, me desmayé.
Desperté acobijado en ese mismo valle, ya era de noche, había una fogata encendida pero Saucé no se encontraba por ningún lado... comencé a pensar que la asusté y me terminó abandonando... o algo peor... fue cuando de la nada alguien se sentó al lado mío con un banquente cubierto por un mantel, pero cuando vi bien, era un mercader

-¿Cómo llegué aquí? -le pregunté-

-te encontré demayado en el piso -me dijo- no tenías ninguna herida y estabas bien alimentado, no entendí por qué estabas desmayado

-¿No había alguien más conmigo?

-¡Cierto! -exclamó- Una jovencita me dijo que estaría esperándote detrás de ese pedrusco...

Corrí hacia ese pedruzco, y la vi... estaba deprimida...

-... Despertaste... -me dijo-

-... Si... lo siento...

-Fallé en mi labor de protegerte...

-¡Nada de eso! -le respondí- Aún sigo con vida...

-Se supone que deberías haber encontrado tu muerte allí... -me contestó- pero lo impedí...

-¿Cómo...? No... nada de eso, tu me salvaste...

Ella acercó su mano y con su mirada triste acarició mi mejilla

-Te dije antes de entrar a la guerra, que morirías en el desierto... -dijo con pequeños brotes de lágrimas en sus ojos-

Mis recuerdos comenzaron a reanudarse poco a poco, regresando hasta el momento donde realmente la vi por vez primera, mucho antes de que me llevaran a Egipto...