⚜Día 26⚜

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Cerca del mediodía, avecinándose la hora de la merienda, había decidido ir a recordarle a cierta persona, algo tan básico como la necesidad de comer. No fue sorpresa alguna verlo volver a quedarse dormido con el rostro metido entre sus libros en el escritorio de madera, ¿qué iba a pasar si los mojaba con saliva mientras descansaba?, eran libros muy viejos y valiosos, o peor aún, si los rompía por accidente.

 –Mi señor – Lo llamé suavemente al mismo tiempo que mecía su hombro.

Pero que hombre más descuidado y desastroso, sus malos hábitos comenzaban a afectar incluso a los que lo rodeaban, sus clientes se quejaban de su impuntualidad y las sirvientas también hablaban del engorroso trabajo de limpiar su recamara.

Dentro de su estudio, lugar en que se hallaba en ese momento, no se le permitía entrar a nadie, excepto a mí, yo era un cosa especial, en el sentido de que hacía un mejor trabajo limpiando su biblioteca del polvo y más cuidadoso con los objetos antiguos que cualquier criada.

 –¡Mi señor! – Repetí mis acciones sólo que con un tono más alto, pero permaneció igual de imperturbable. Ya se hacía tarde, al final lo llamé con mis pulmones llenos de aire y quité el libro en el que descansaba su cabeza, eso bastó y sobró para levantarlo con un susto, en su mejilla podía observarse la marca roja del duro libro en el que dormía  –Espero que haya tenido un sueño reparador – No me quedé junto a él a escuchar cómo se quejaba molesto  –Ya es hora de la merienda. Hay frutas cortadas y picadas en porciones con miel, también té y galletas de canela si gusta en su lugar – Mientras tanto guardaba el libro en la estantería donde pertenecía.

 –¿Qué preparaste tú? – Por la comisura de un ojo lo noté muy poco motivado para salir de la habitación.

 –Todo lo prepararon las cocineras, yo no sé cocinar – No lo había notado antes  –Mi señor una disculpa por mi ignorancia, aprenderé a cocinar algo que el maestro pueda encontrar de su agrado – Fue notoria la mirada de cansancio en sus ojos.

 –No te estoy pidiendo que aprendas a cocinar, sólo estaba jugando contigo, Sorrento – Suspiró audiblemente e hizo unos estiramientos aún sentado en su silla  –Eres demasiado serio, ya ha pasado un año más o menos, puedes ser más informal no me voy a enojar – Podía notar la decepción en su labios torcidos y seño caído, hacía pucheros infantiles muy impropios para alguien de su posición  –¡Ya sé! – Volvió a sonreír, parecía que tuvo una excelente idea  –¿Por qué no comienzas llamándome por mi nombre?, no sólo 'mi señor' esto, 'mi señor' aquello – Pero realmente no era tan brillante como pretendía serlo.

 –Disculpe que no lo entienda – Deje la estantería para observarlo de frente parado con los brazos cruzados en mi espalda  –Un sirviente como yo, no tiene el derecho para referirse a usted con tanta 'familiaridad', debo recordarle, que yo sólo existo para acatar sus órdenes y serle de la mayor ayuda posible, sus palabras son mi ley y no puedo desobedecerlo – Me sorprendía que alguien como él no lo tuviera en claro, especialmente siendo él quien me llamó.

 –¿Y? – Me sentí aún más confundido, el maestro me observaba con su penetrante mirada verde esperando algo de mí.

 –Lo siento, pero sigo sin comprenderlo, ¿a qué se refiere con 'y'? –

 –¿Y?, es y..., ¿y eso qué importa? – No estaba poniendo mi situación más fácil  –Pensé que lo entenderías con él tiempo, sin embargo, eres alguien extraordinariamente terco – Iba a disculparme nuevamente, pero al ponerse de pie, sentí que debía guardar silencio, fue su autoridad la que me obligaba a escucharlo  –Pensé en hacer las cosas a la manera amable, pero contigo no funciona, quizás las emociones humanas sean algo demasiado complejo para ti, Sorrento – Seguí esperando para disculparme, mientras meditaba en sus palabras, desapareció la distancia entre nosotros dando dos silenciosos pasos  –Si vas a obedecer ciegamente todo lo que yo diga y vas a estar de acuerdo conmigo en todo, sin emociones y con ese rostro sin expresión tuyo, ¿qué hay de diferente en ti a un golem o un zombi? –

30 Dias De Otp (Kanento)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora