𝕮𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 28

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Narra _____

Me gustaría que _____ me acompañe a Ibiza, España –dijo Izan.

—Izan...  –dije sin poder creer lo que dijo.

Las palabra que dijo Izan daban vueltas en mi cabeza, no lo podía creer, todo parecía tan irreal. Eso no me lo esperaba.

—Esto nos tomo por sorpresa –hablo primero mi padre dejando su revista sobre la mesa para luego mirar a mi mamá quien igual busco la mirada de éste.

—Por favor, _____ estará muy segura y no le pasará nada, si quieren llamo a mi papá, él esta de acuerdo –insistió Izan con tranquilidad, tratando de convencerlos.

—Primero, ¿_____ tu quieres ir? –me pregunto mi mamá sabiendo ya la respuesta.

La alegría en mi rostro lo decía todo. Cruce miradas con Izan antes de responder.

—¡Claro que si! –exclame controlando la euforia que sentía.

Izan sonrio más y volvió la vista a mis padres quienes tenían la duda en su cabeza de si dejarme ir.

—Debería castigarte por meter a un chico a tu habitación sin permiso –recordó mi mamá reprochandome con la mirada–, pero –miro a mi papá.

–Lo pensaremos –continuo él.

—El vuelo está programado para este sábado –dijo Izan borrando levemente la sonrisa que tenía.

—Má, pá, por favor la familia de Izan es muy amable y buena seguro que estaré bien ahí –insistí.

—No lo dudamos –me interrumpió mi madre–, tendríamos que hablar con tu padre –se dirigió a Izan y este asintió–. Recuerda _____ que todavía eres menor de edad –me recordó.

Rodee los ojos, pero acepte.

Después de hablar sobre el tema desayunamos tranquilamente con mis padres quienes le hacian algunas preguntas a Izan. Claro, es el "primer novio" que conocen de su hija, ya que se la pasan fuera de casa y casi no hablo con ellos.

Luego de unos minutos salimos al fin de la casa y pude estar a solas con Izan.

—Izan –lo llame tomando su mano y entrelace nuestros dedos mientras caminábamos.

—Si, dime –me miro y se le formó una pequeña sonrisa al sentir mi mano.

—Es muy lindo lo que haces por mi –hable buscando su mirada.

—No es nada –me dedico una sonrisa, esa sonrisa linda y tierna que tiene, esa que le llegaban hasta los ojos .

—¿Cómo no? Nadie se portó así conmigo. Desde que nos conocimos fuiste muy lindo –pare el paso.

—Lo que hago por ti no es nada a lo que tu haces por mi, tú me ayudaste a olvidar el pasado, me hiciste olvidar de lo que nadie podía hacerlo –me acaricio la mejilla tiernamente.

Inevitablemente mis ojos se llenaron de lágrimas por lo que Izan decía, aunque eso haya sonado cursi, me encantaba.

—Basta –dije y le di un abrazo escondiendo mi rostro en su pecho–. Eres muy lindo, ¿lo sabes no? –hable deshaciendo el abrazo y mirándolo con una sonrisa.

—Supongo que si –sonrio de oreja a oreja y volvió a darme un abrazo más corto.

Seguimos el camino.

—Volviendo al tema... lo del viaje, ¿por qué se te ocurrió que te acompañe a Ibiza? –pregunte por curiosidad.

—Me encanto la idea de poder llevarte a conocer el lugar donde nací y crecí, y recuerdo que cuando nos conocimos me dijiste que algún día te gustaría conocer Ibiza –me explicó recordándome el día de la fiesta donde fue la primera vez que hablamos.

Mi corazón se estrechó, Izan era la persona más maravillosa que conocía, se había convertido en lo más importante en mi vida.

Me pare frente a él para darle un beso, me correspondió al instante, aunque le haya tomado por sorpresa.

—Eres lo más importante en mi vida –susurre entre sus labios.

—Te amo –susurro de igual forma retomando el beso.













𝐌𝐞 𝐡𝐢𝐜𝐢𝐬𝐭𝐞 𝐨𝐥𝐯𝐢𝐝𝐚𝐫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora