Capítulo LXXXVI: El dolor es difícil de digerir.

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dvertencia: En los próximos capítulos se menciona tan y mostrarán trastornos alimenticios y de depresión

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Intentaba no jugar con su tenedor en su carne con la mirada perdida en su plato hasta que se decidía por llevar el bocado a su boca sin mucho apetito, su cuerpo intentaba devolver cada vez que tragaba, haciendo que comer fuera algo difícil para la bruja. Sin probar casi la carne de ternera, terminó por tratar en ingerir algunos vegetales de su ensalada, obteniendo el mismo resultado.

Intentó usar una copa de agua para hacer más sencillo que los alimentos pasaran por su laringe, pero solo incrementaba las ganas de devolver todo a la mesa, una sensación que era muy familiar para ella, y que sabía como terminaría sino lograba recobrar la compostura. La decima vez que llevó la cuchara a sus labios, se levantó de golpe con la mano en su boca con ganas de vomitar lo poco que logró llevar a su estómago.

Sin poder ir demasiado lejos corrió hasta el fondo del pasillo frente al comedor, vaciando todo el contenido con el suelo incluyendo lo poco que comió antes de salir de la casa de los gritos a rastras por Draco. Agradeciendo a la magia, limpió con rapidez el desastre que había hecho, sin importarle que los rumores por sus nauseas corrieran por el colegio. Era una de las preocupaciones que había dejado junto con sus ganas de respirar.

Observando que no dejara restos de comida en donde se había descargado, usó la manga de su túnica para limpiarse y devolverse por el pasillo, en el cual le esperaba Draco cruzado de brazos, molesto por lo sucedido. Pero ella se limitó a negar con desagrado, indicándole que lo había intentado.

— Ni se te ocurra decirme que vuelva a comer, lo único que quiero es agua— exclamó antes de que pudiera reclamarle por ello.

— Te estás haciendo daño— le regañó al haber pasado por lo mismo antes, y recordar cuanto había tardado para que lograra recuperarse.

— Al contrario de ti mi cuerpo entiende que solo quiero morirme Draco, lo siento— se alejó del chico sin importarle que este la siguiera gritándole su nombre mientras llamaban la atención de quienes los veía por el pasillo hasta llegar a las mazmorras, las cuales estaban más solitarias de lo habitual dado la hora que era.

Malos Hábitos [Cedric Diggory/Lucius Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora