5: ¿Traición?

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-Mhmmm- en un quejido ronco, me estiré sobre mi cama buscando acomodarme en una mejor posición, sin embargo, un bulto a mi lado impedía que me enderece correctamente. Asustada, observé a mi derecha y destapé suavemente a la persona que yacía acostada a mi lado y  que al estar tapada, no dejaba ver su rostro.

-¡Kill...- tapé mi boca con ambas manos antes de chillar aún más fuerte. El albino se encontraba profundamente dormido en una posición algo desordenada, la leve luz del sol golpeaba directamente en su rostro dejándome ver su piel tan perfecta como la porcelana. Sus definidas pestañas brillaban debido a la luz solar, su boca estaba entreabierta mostrando una respiración tranquila y su pelo estaba tan despeinado como siempre.

¿Qué mierda importaba la apariencia del Zoldyck? Me encontraba acostada a su lado utilizando únicamente mis bragas y como peor, tenía puesta su mismísima camiseta. ¿Acaso había estado con él y ni siquiera lo recordaba? en ese momento exacto, a juzgar por mi jaqueca, deducía que la noche anterior había hecho una cantidad extrema de estupideces: todas generadas por el alcohol.

Con suavidad, me removí entre las sábanas para lentamente levantarme y dirigirme con cautela hacia la puerta, sin embargo, una voz me detuvo.

-¿Gen?- mi corazón dio un brinco gigante y ni siquiera me atreví a voltear para hacerle cara a la situación ya que mi rostro estaba más rojo que un mismísimo tomate. No tenía absolutamente nada asimilado y obviamente, pese a mi carismática y adaptable personalidad no tenía ni la más mínima idea de cómo actuar ante el Zoldyck.

-¿Sí?- respondí con dificultad, quedándome estática en mi lugar. Comencé a escuchar al albino acercarse lo que indudablemente me puso los pelos de punta al instante, sin embargo, no me moví un centímetro.

-¿Te encuentras bien?- me entumecí aún más al ver a Killua justo en frente mío, más que nada, al ver su figura: su ronca voz junto con su desnudo torso y sus despeinados cabellos no eran una muy buena combinación para alguien que no tuviera autocontrol sobre sus mismos deseos.

-S-Sí- respondí corriendo mi mirada avergonzada. Volteé para dirigirme hacia el baño, sin embargo, tropecé con quién sabe qué cosa. Quizás sólo eran mi caminata tambaleante y mi gran mareo actuando. Killua me tomó por los hombros antes de que tenga la oportunidad de caer.

-Ugh, ya veo lo bien que te encuentras- negó con la cabeza en un gesto de molestia, mientras tomaba suavemente mi mano para guiarme hacia el living.- Te haré un té, tú solo quédate aquí.

-¡Espera!- armándome de valor, tomé su muñeca haciendo que volteara a verme. Su mirada de indiferencia me mataba internamente, pues no podía leerlo justo como hacía con todo el resto de las personas.- Exactamente... ¿qué ha pasado ayer?

-¿No recuerdas nada?- apoyó su brazo en la mesa recostando su mentón en éste.

-Pues... Salí con Shon luego de su enfrentamiento, hablamos muuucho y... tomé jugo de uvas.

-Oh, así es, jugo de uvas- rió sarcásticamente volviendo a negar con la cabeza.- Tú si que eres graciosa, Gen.

-A lo que iba con la pregunta...- insistí. El albino se las arreglaba para evitar mis preguntas con naturalidad pero, no iba a dejar que eso pasara, después de todo, prefería morirme de la verguenza antes que no estar enterada de lo que había hecho.

-Pues, viniste tan borracha que no podías siquiera caminar. Shon te trajo aquí y me pidió que te cuidara.

De repente, un flash llegó a mi mente. Yo siendo desvestida por mi castaño amigo mientras balbuceaba algún tipo de idioma que quizás solo yo comprendía. La sangre subió instantáneamente a mi rostro.

Complementos [Hunter x Hunter]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora