El día que me construyeron llovía. No es un muy buen comienzo pero es así. Unos hombres gordos me construyeron a base de pedruscos enganchados entre sí. Me mojaba. No me gustaba porque si lo hacía la gente no se sentaría a charlar. Veo historias y escucho cotilleos y rumores descarados cada día, pero ese primer día,nadie se sentó en mí. No fue hasta el tercer día que un grupo de señoras vino hacia mí y me contempló cual trofeo.
-Es un banco nuevo- dijo una mujer de pelo completamente blanco
Eran mayores. Al parecer sus nombres eran Tisca, María, Dolores y Engracia, porque cada vez que hablaban se decían sus nombres. A la tal Tisca también la llamaban Eustaquia. Pero apenas sucedía eso.
-Ay,sí, Dolores.¿Te has enterado de lo de María Pascuala?
-No, Engracia, mujer. Cuéntanoslo.
-Pues se ve que está saliendo con el hijo del primo del hermano del sobrino de José el ginecólogo. Pero dicen por ahí que lo engaña con Pedrito, el hijo de la pastelera Juana.
-¡Madre mía! Esta chica ha perdido el juicio
-Ni que lo diga,señora María. Se está volviendo toda una fulana.
-¡Ah si, ya recuerdo algo! Pues esa misma mujer, dicen las malas lenguas que está embarazada del hijo del tío del sobrino del padre de la madre de Roberta, como que me llamo Tisca que juraría que es cierto. Está tan gorda...
- ¿Te refieres a Francisco?
-Exactamente
-¡Dios! El día que esta mujer pare, será cuando el mundo se acabe...
Ya veis. Este tercer día no podía empezar mejor. Ya me había enterado de algo nuevo. Un jugoso rumor, sí señor. Estas cuatro mujeres se divertían cotilleando y dándole a la lengua. En la noche no venía nadie, así que solía aburrirme. En poco cambiaría, supongo, de momento aún soy un novato...
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El Banco
HumorHola, me presentaré. Te resultará extraño, pero soy un simple banco donde la gente pone su trasero. Pero no es tan malo. Mirándolo por el lado positivo, conozco muchas historias. Aquí explicaré unas pocas, y mi principio...