𝐎𝐍𝐄 𝐒𝐇𝐎𝐓𝐒 𝐌𝐔𝐋𝐓𝐈𝐅𝐀𝐍𝐃𝐎𝐌

| 𝐓𝐢𝐦𝐨𝐭𝐡𝐞́𝐞 𝐂𝐡𝐚𝐥𝐚𝐦𝐞𝐭 |

[ 𝗙𝗲𝗹𝗶𝘇 𝗮𝗻̃𝗼 𝗻𝘂𝗲𝘃𝗼, 𝗮𝗺𝗼𝗿 𝗱𝗲 𝗺𝗶 𝘃𝗶𝗱𝗮 ]

Advertencia: ninguna

desspez Espero te guste, se que ya casi Febrero pero nunca es tarde.
En fin gracias por el apoyo, te amo y lo perdona la tardanza 🤍🐚

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—Crystal, que alegría tenerte aquí cariño—saludó la dulce suegra de Crystal quien recién llegaba a Italia—pasa, pasa, Timmy y Pauline salieron a hacer compras de último momento; no deben tardar en llegar. 

—muchas gracias querida suegra, ¿dónde esta Marc? necesito saludarlo también—ambas dejaron las maletas en la habitación de Timmy y después bajaron hacia el patio donde Marc se encontraba terminando de arreglar el patio.

—querido, mira quién ha llegado—dijo Nicole en un tono muy feliz a la vez que sonreía y apretaba los puños acercándose más a su esposo.

—¡Crystal!—exclamó el señor de pelo cano, quitando sus guantes y lentes para así; abrir sus brazos dándole una invitación a la pelirroja a entrar en ellos en un abrazo—tanto tiempo sin verte, ¿cómo has estado, cómo van tus grabaciones?

—cansada, grabar en México, después en Las Vegas y al final en París fue bastante agotador, pero al agradezco que ya hayan culminado; para si poder disfrutar éste fin de año junto a ustedes en Italia—confesó con un poco de timidez—¿y ustedes como han estado?

—ha decir verdad felices de poder tener a mis bebés conmigo y aún más feliz de saber que mi bebé pequeño tendrá a su bebé consigo—aquel comentario por parte de la adulta le causó un notorio sonrojo a la chica.

—¿alguien dijo bebé?—preguntó una voz detrás de ellos, enseguida se dieron una vuelta de 180 grados quedando frente a Timothée y Pauline, donde; el primer mencionado quedó paralizado al ver a su hermosa novia frente a él, puesto que días atrás, Crystal había dicho que no podría escaparse de las grabaciones de Queen's Gambit; algo que a decir verdad lo entristeció instantáneamente.

—hola, Timmy—saludó la pelirroja acercándose con un poco de pena a su novio—¡sorpresa!—dijo tímida al mismo tiempo que movía lentamente sus manos con complicidad; pero esa timidez se trasformó en inseguridad y, nerviosismo el ver como el castaño no se movía y tampoco decía nada.

—¿te encuentras bien Timothée?—su madre preguntó a la vez que se acercaba a su hijo y lo movía un poco.

—sí, estoy bien—logró decir después de un largo tiempo—solo que aún no puedo creer que estás aquí conmigo, creí que estabas en las París.