Capítulo 11

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Aria

Abro la puerta de mi despacho, dejo las cosas y enciendo el ordenador. Justo escucho que pican a la puerta, descarto la opción de que sea Deiton porque él nunca lo haría.

-Adelante.-

Spencer entra alegre con unos cafés en sus manos.

-Buenos días, Aria. Te he preparado un café, espero que te guste.- me dice entregándome.

-Gracias.- le digo.

Entre los dos se forma un silencio incómodo, hasta que Spencer decide romper el hielo.

-Bueno...en realidad lo del café era una excusa para venir a hablar contigo.-me dice tímido.

-De qué exactamente?-

-Pues ya sabes, de lo que hablamos ayer por la noche.- me dice nervioso.

-Ah, es verdad, lo siento, no me acordaba. Cuando te parece bien.- le pregunto.

-Hoy.-me dice rápidamente y con entusiasmo.-Bueno si no te importa claro.- me dice rascándose la nuca nervioso.

-No, de hecho, te iba a proponer lo mismo.-le digo riendo.-A qué hora te parece bien.-le pregunto.

-A las 8 pm y si quieres paso a buscarte a tu casa.-me dice.

-Vale perfecto, pues esta noche nos vemos Spencer.- le digo sonriendo.

-Por supuesto.- me dice saliendo con una sonrisa en la cara.


***


Cuando escucho el timbre, sé que Spencer ya ha llegado a recogerme. Abro la puerta y lo veo parado mirando hacia el suelo. Levanta la mirada, se me queda mirando sorprendido de pies a cabeza.

-Guau, estás preciosa.-me dice saliendo del trance.

-Tú también estás muy guapo.- le digo sonrojada.-Bueno pues vámonos.- le digo riendo.

-Claro.- me dice.

Al llegar al coche Spencer me abre la puerta, para que suba.

-Gracias.- le digo amablemente.

-No las des.- me dice mientras acaba de subirse al coche y arranca.

Llegamos por fin al restaurante, me quedo encantada con lo bonito que es, es super elegante y todos van muy bien vestidos y conjuntados. Al compararme con la ropa de las demás personas me arrepiento un poco de mi elección, ya que a lo mejor no es lo adecuado para este restaurante. Me he puesto esta ropa pensando que sería para una cena de amigos, pero ahora que lo pienso veo a Spencer que va muy arreglado para una simple cena, ya que lleva una camisa abotonada blanca metida por su pantalón azul marino, y lo noto más nervioso de lo normal. Podría ser una cita, si lo fuera no me opondría en absoluto.

Entramos al restaurante y no tenemos que esperar a la cola, ya que Spencer ya había reservado mesa y eso nos daba la ventaja de entrar directamente, nos sientan en una mesa al lado de un ventanal que deja ver las calles del pueblo iluminadas.

- Espero que te guste el sitio, he escogido mi restaurante favorito.- me dice entusiasmado.

- La verdad es que me encanta, nunca había estado en un sitio tan elegante, quiero decir, nunca había ido a un sitio así para una cita.- digo restando importancia al decir la palabra cita.

Sensaciones entrelazadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora