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La mano de Erick que estaba en mi hombro cubre mis ojos, impidiendome ver a Tristán sin playera. Me la quito en seguida frunciendo el ceño. Bueno, no es que yo lo quiera ver pero... Eric me está molestando. El ríe por lo bajo y lo golpeó con mi codo en su costado.

— ¡Feliz cumpleaños Tris! — Linett se abalanzó hacía él abrazándolo, Tristán no lo ve pero ella sonríe muy contenta de tenerlo sin camisa. Será zorra.

— Gracias. — Tristán sonríe.

— Toma— se separa de él y le entrega una bolsa de regalo color azul, que ni siquiera me había fijado que traía — Adentro también viene el regalo de Alina solo que lo envolvimos juntas por lo del medio ambiente y todo eso.

¿Mi regalo? ¡Yo no le había comprado nada! Ni siquiera sabía que veníamos aquí y mucho menos que era su cumpleaños.

Erick se acerco a él, pero como aún me tenía agarrada por los hombros tuve que hacerlo yo también.

— Tristán ¿verdad? — el cumpleañero asintió asintió y Erick le entrego un paquete.— Esto es para ti. Linett me dijo que estudiabas para veterinario espero que te guste.

¡Cómo es que él también había traído regalo!

¿Desde cuándo sabía Erick de esta fiesta?

¡Rayos!

Eric, Linett y Tristán me miraban. Claro, era mi turno de hablar.

— Si mmh... Esto yo mmh... Espero que te guste el regalo y mmh... ¿Felicidades?

El pecho de Erick vibró de la risa que solto. Tristán me miró y las comisuras de su boca se elevaron ligeramente era obvio que tambien quería reír como mi amigo pero no lo hizo.

¡Dios! Que vergüenza.

— Gracias por venir a los tres y por los obsequios. Pasen por favor — los dos asentimos y entramos, Linett en cuanto puso un pie adentro comenzó a  andar por ahí como Juan por su casa.

No estaba nada cómoda aquí. Y si no fuera por que Erick no me había soltado todavía me echaría a correr hacia mí casa. Este no era mi círculo, no era mi lugar, no eran mis personas y aún así Linett insistía en traerme una y otra vez. Ahora entendía porque no me dijo a dónde íbamos. Muy astuta. O muy tonta mejor dicho. Ya hablaría con ella cuando todo esto terminara.

Sin embargo Erick a mi lado parecía bastante cómodo ¡Mendigo! Cómo lo odiaba. Siempre había sido así con nosotros, mientras que a mí me costaba adaptarme a cualquier lugar él simplemente llegaba y ya está ¡Amigos por todos lados! Apostaba mi vida a que está vez no sería diferente.

— Siéntense — Tristán cerró la puerta a nuestra espalda — iré a cambiarme. Darío llegará en cualquier momento ¿Podrían abrir la puerta en lo que regreso?

— Claro chico, sin problema — le sonrió Erick apretando mi hombro, y yo asenti rápidamente hacía Tristán.

Sus ojos se posaron un segundo en la mano de Erick en mi hombro y luego reparó en mi mirada. Un escalofrío me recorrió el cuerpo entero cómo cada vez que lo hacía, esa sensación no me gustaba para nada. Sonrió asintiendo pero a comparación de otras veces la sonrisa no llego a sus ojos que parecían demasiado serios, después desapareció en el pasillo cortando el contacto visual.

Me separé de Erick y me senté en el sofá de dos plazas al tiempo que me quitaba la chaqueta, de repente tenía muchísimo calor.

— ¿Estás en tus días? — Linett se sentó frente a mi dándome una de sus miradas picaras. La mire desconcertada. ¿Me hablaba a mí?

EL CHICO SOÑADO  💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora