En la clase de Mitología griega

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Ella dedica tiempo en preparar su clase, todo se encuentra listo en su carpeta de planificación pero aún su agenda sigue con actividades pendientes.

-No creo terminar a tiempo! -Esto, sin duda, se vuelve cada vez más eterno- De repente, suena el timbre para entrar a clases. Estela abre inmediatamente su cartera, y busca su body splash con aroma a coco que se lo obsequió una vieja amiga en su cumpleaños, se lo aplica en el cuello, hombros y manos, lo guarda sutilmente para que no se le raye el frasco. Asímismo aprovecha y toma su cepillo con cerdas suaves, se acicala su cabello, y todo esto lo hace porque le gusta lucir bien. Desde que era muy pequeñita, su abuelita le repetía la frase: "Tal como te ven te tratan", pero este dicho coloquial ha sido motivo de disonancia de ideas en su cabeza durante muchos años porque estas palabras las ha considerado como -juzgamiento a primera vista- ya que si no luces perfecta desde la cabeza a los pies, la gente te ignorará,  te señalará, no conseguirás el trabajo deseado o peor aún ningún hombre volteará su mirada a verte. A pesar de que ahora piensa que esas creencias tradicionales son absurdas y que la gente ya no tiene el poder de bajar su autoestima con tan solo ver lo externo, pese a eso, Estela considera que para presentarse ante la sociedad es de suma importancia tener un buen cuidado del aspecto físico.

Estela revisó el reloj y se sobresaltó de inmediato porque el tan solo arreglarse un poco, le tomó más de un minuto y sabía que sus estudiantes estaban solos. Apresuradamente tomó sus pertenencias y caminó rápido hacia  el salón, en su mente se imaginaba que los estudiantes estaban haciendo un alboroto pero para su sorpresa al llegar a la puerta del salón... todos estaban en sus respectivos pupitres guardando silencio. Estela ingresa al curso y agradece a la presidenta por haber estado pendiente del comportamiento de sus compañeros y tan pronto como ingresó, Estela se adueñó del salón con una voz suave, pausada y segura, comenzó a narrar la historia mitológica de Medusa desde una perspectiva poco contada por la televisión e historietas, una medusa que muchos juzgan por convertir a sus víctimas en piedra pero que casi nadie conoce una versión que se encuentra aunada con la actualidad -El juzgamiento de la sociedad a la mujer- en este caso a Medusa la castigan severamente mientras que a Poseidón lo veneran, es injusto pensar que siendo Medusa, víctima de violación en el templo de Atenea, tenga que soportar que la propia diosa de la sabiduría la castigue a tal punto que toda Atenas, la cataloga como la villana seductora, sin considerar que fue abusada física y psicológicamente.

Estela finaliza esta narrativa con un mensaje de reflexión -Así como medusa... muchas veces, la mujer es condenada por la sociedad, ya sea por su belleza física, actitud, inteligencia o carisma, cualquiera que sea el caso -se la convierte en un monstruo- que solo el amor propio podrá acabar con esta condena.

Los estudiantes no emitieron ningún comentario, todos quedaron atónitos ante la forma tan elocuente que tuvo Estela al narrar esta historia. De pronto suena el timbre y todos salen a recreo; sin embargo, una estudiante se quedó al final y le dijo lo siguiente -Miss, le agradezco mucho por haber llegado a mi corazón, yo también fui víctima de abuso sexual cuando apenas tenía seis años, si bien es cierto, que la escena no la recuerdo muy bien pero desde ese entonces me he sentido rechazada por la sociedad porque nadie creyó en mí cuando yo conté mi historia real; no obstante, desde hoy ya no voy a permitir que la sociedad me juzgue y me quiera convertir en un mounstruo sino que desde hoy me voy a valorar-.

A Estela se le soltó una lágrima al saber que a través de su forma de enseñar puede llegar a los corazones rotos. -En ese preciso momento, Estela le preguntó a su estudiante si podía darle un abrazo y la estudiante aceptó la solicitud- Desde ese momento Estela ya no vio a la docencia como el arte de enseñar sino como el arte de formar.


FIN




Una maestra soñadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora