Eran exactamente las dos de la mañana, y ambos todavía no tenían sueño, habían acordado que ese día sería solamente de ellos, Padrastro e Hijo. Así que allí estaban, sentados uno alado del otro el aquel sofá de la sala viendo películas de acción y comiendo palomitas, todo común. Su madre había quedado en la casa de su abuela para dejarlos 24 horas de padrastro e hijo para que se llevarán mejor. Pero la cosa era que saldría mucho más que solo amistad de esas Veinticuatro horas.
Cuando la película que veían había terminado, el rubio menor le agarro un tanto de sueño, así que se acomodo mejor para tratar de dormir en el sofá pero su padrastro le había dicho que podía acomodarse en su regazo.
— B-Bueno — Tartamudeo un poco, pero era por qué sus caras estaban cerca, Naruto sabía lo que sentía por su “Padrastro” al cual no veía de aquella manera, sino que lo veía como un hombre, el cómo Doncel claro que se había enamorado de aquel hombre tan varonil. Tuvo tanta envidia por su madre que tenía aquel hombre en su cama. — Lo que daría porque el estubiera en mi cama, al menos una vez — Pensaba mientras recordaba a toda lo que colo en su cama para llenar esa frustración Sexual que tenía al no tener al hombre azabache y lleno de músculos enzima suyo, dándole duro contra la cama. — Ya basta Naruto, o sino se dará cuenta — Trato de callar todo pensamiento vulgar pero nacían solos, hasta que por fin el mundo le sonrió.
La película que pasaba por la tele tenía una escena dónde los personajes estaban tal como ellos estaban y.... Se estaban besando....
— ¡Kyaaaaaaa! — El blondo grito internamente, estaba sintiendo como su padrastro empezaba a ponerse duro y respirar el su cuello, eso lo estaba exitando. — Es ahora o nunca — Se giro un poco para ver la cara perfecta y Varonil de aquel hombre para ver cómo también lo miraba intensamente que parecía penetrar su alma.
La cercanía entre ambos era súper corta, ya que empezaron a acercarse sin medir sus acciones, estaban en modo automático.
— No sabes las ganas que tenía de tenerte un día así para mí. — El hombre le susurro sobre los labios para empezar un beso hambriento, devorando todo a su paso.
— Mmmm... — Susurro el rubio al sentir como el hombre le succionaba la lengua mientras le tocaba la espada de arriba a abajo, llegando a sus nalgas y apretarlo más hacia si mismo.
— Naruto.... — Le susurro el hombre al apartarse y ver cómo el rubio menor lo miraba con deseo y se lamía los labios para refrescarlos, pero eso era más una escusa para sentir la saliva del hombre que lo devoraba con la mirada, viendo su obra maestra esos labios estaban hinchados tal como quería. Y lo tenía en una posición comprometedora pero exitante, arriba suyo con clara invitación a hacerle lo más oscuro que tenía en mente, Metérsela hasta el fondo, rudo y fuerte.
— Sasuke. — Lo llamo en un susurro para comprobar que esto no era un sueño y ese hombre si lo estaba devorando de a poco.
Claro que también tenía muchas en mente como lo primero que le vino a ella al sentir ese beso.... Su madre.... La persona que le dió la vida, el la estaba lastimando indirectamente, pero lo sentía, sentía que un día se enteraría y el quedaría como.... Quien sabe que... Pero no importaba esa mujer no merecía semejante hombre, cuando era una vil ramera, vamos seamos sinceros ni sabía quién era su padre, y tiene a este hombre quien la quiere y valora, que injusto. Pero eso cambiará ahora, este hombre demostró quererlo es obvio que el le demostrará que es amar de verdad.
Empezó a mover un poco la cadera para estimular el duro miembro del hombre que por cierto lo veía de manera morbosa, pero al mismo tiempo veía culpa en su mirada y lo sabía, sabía que él veía a tan solo un Doncel de catorce haciéndose pasar por adulto, pero en realidad el sabía lo que quería y era que ese hombre lo amara tango como él.