En la madrugada pongo un pie en el piso.

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Bueno, se supone que me acabo de acostar y estoy boca arriba, ¿no?, y que la lampara que esta a mi lado derecho esta muy a la orilla cuando me giro a apagarla, pero la acomodo. Todo entonces esta bien, no escucho ningún ruido de algún perro, una voz al fondo, a pesar de que la puerta esta abierta; y bueno... estoy ya en la oscuridad, donde siento una pequeña ensoñación.

 Siento que a pesar de que tengo los ojos abiertos y no pasa nada en mi interior una imagen de alguien gritando me esta invadiendo, muy a lo lejos, pero creo que es el grito de una persona calva que se acaba de pelear en el transporte. Solo tengo los ojos abiertos pero quiero experimentar la energía de ese hombre al que se le marcan líneas en los ojos y tiene un traje con una mochila en el piso, y ya no la sujeta y entonces me doy cuenta que a medida que busco mas detalles insignificantes en su vestuario o en el polvo que seguro blanquea y llena de puntitos la suela de su zapato aumenta la energía en mi mismo. Mis puños se cierran y mis uñas se clavan en mis palmas, mi cuello se hecha para atrás y abro mas mis ojos. No es una mueca muy grotesca la que consigo pero ya no lo estoy intentando, se da cada vez mas natural.

Abro la boca e intento hacen una silenciosa gutural y los gemelos de mis piernas se tensan. Si, si lo es, mi escritura lo empieza a sentir ahora, esa energía suena en mis teclas.

Estoy saliendo de mi cama y doy unos brinquitos, un piecito después de otro, la sabana no se ha caído de la cama, como odio su delgadez y lo rápido que se desacomoda, es muy molesta. La tomo y bueno... pues únicamente la hago bola patéticamente, no hay mucho que hacer. 

Me pongo mis tenis y salgo silenciosamente de mi cama, yo creía que seguiría de una manera muy vehemente ya a gritar y que bajaría a saltos las escaleras, sí, así es como pasó,  y ahora no hay tanta energía como la que quisiera, y mi mente me ha dicho que si lo abandono todo y abro la puerta de la calle no habrá vuelta atrás. 

Me quedo de pie únicamente detrás de la puerta, abrí la anterior silenciosamente. Y entonces, una pequeña brizna me golpea, los focos en las marquesinas y el recuerdo de un idiota poema que decía algo de la bruma rodeando el pico de los gallos en la madrugada me hace sentir decepcionado. Pero ya! Todo lo que tengo que hacer es correr y la energía volverá a aparecer, si,  correré como nunca, pasaré a la esquina y tendré la sensación que alguien esta detrás de mi, sorteare los baches, el señor de la bicicleta a lo lejos. Y pego un grito. Lo estoy haciendo, sigo mas allá de todo y quiero llegar a la avenida, donde podre subirme a un camión sin que me haya preocupado por tener dinero. ¿Eso es todo? ¿No iba a tratar de aventarme a una patrulla o intentar quitarle su motocicleta a algún tipo? ¿No iba a correr mas? ¿Por qué pienso que cuando llegue a la terminal de autobuses lo único que podre hacer es tomar el metro y antes de eso ver cobijas en el piso, indigentes y gente que cocina en aceite viejo y le ofrece atole y pan a los que va a trabajar?

La noche y los ojos cerrados siguen ahi, y pienso que quizás si me cambio de posición en la cama pueda desarrollar de una forma mas directa mi fantasía, la que yo quiero, y no solo el recuerdo de una realidad cansada y llena de polvo.

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⏰ Last updated: Jan 29, 2021 ⏰

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En la madrugada pongo un pie en el piso.Where stories live. Discover now