Cap XVIII: Una caña para el olvido (parte 1/2)

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Tema Hugo: Vaivén - Daddy Yankee.


30 de julio de 2022


-No hablí' hueás Pablo, estai' borracho – dice Javiera separando su mano de Pablo mientras sonríe internamente – voy y vuelvo – sale de la habitación, baja al living, abre la mochila de Pablo, verá si encuentra lo que busca, sí... lo encuentra. ¿Qué hora es? Revisa su celular y son las cuatro y media de la madrugada. Sofía tardará un rato en llegar.

Aguarda un par de minutos, ¿cinco ya serán suficientes? Lo averigua entrando. Qué tierno se ve, ¿estará dormido?

Ya no aguanta más, las ganas la devoran por dentro, se quita la ropa y se coloca su pijama color lila. No es primera vez que hará lo que hará, se mete debajo de las frazadas quedando frente a frente, lo mira, le acaricia su rostro, lo besa en la boca. Pablo parece no percatarse de nada, le toca su miembro, parece que se va endureciendo poco a poco. Lo besa en el cuello, le mordisquea sensualmente su oreja derecha. ¿Baja o no? Desabrocha la cremallera del Jeans de Pablo, levanta sus piernas, con cuidado para no despertarlo, baja sus pantalones, se la chupa con rapidez, después le coloca el preservativo y se arrima sobre su miembro, lo hace con lentitud, luego, sin darse cuenta, lo hace cada vez más rápido, se excita más, sabe que es escandalosa gimiendo, trata de controlarse, le resta poco para acabar, sin embargo... ¿Qué suena afuera? ¿Es acaso posible...?

Ni cuenta se dio de lo rápido que pasó el tiempo, Sofía acaba de llegar a casa. Rápidamente vuelve a dejar a Pablo como estaba, sabe que no se salvará del regaño de su tía, pero quiere pasar desapercibida en lo que acaba de hacer. Por lo que fingirá que está dormida al lado de Pablo. Ahora que lo recuerda... ¡no ordenó nada en el living!

La sorpresa fue mayúscula para Sofía al encontrarse con la mesa llena de vasos, botellas de bebida, pisco, vodka y una caja de vino blanco, sin duda alguna su sobrina hizo un carrete sin solicitarle su autorización, y ni siquiera se dio el tiempo de poner orden antes que llegara, más encima le han robado dos Monster. Pasa al baño para luego ver si su sobrina está dormida, y sus ojos se abrieron como platos al notar que Javiera dormía junto a Pablo, ¿dormía? Lo comprueba haciéndole un leve cosquilleo en el cuello con sus nudillos, Javiera esboza una sonrisa que delata que sigue despierta.

-Eres pésima actriz, ni siquiera eres buena para fingir que estai' dormida. ¿Se puede saber qué hace el Pablo durmiendo aquí contigo? – pregunta Sofía en voz baja para no despertar a Pablo.

-Nada. Lo que pasa es que hice una junta piola con los chiquillos, y como el Pablo vive lejos lo invité a que pasara la noche aquí, no te molesta ¿cierto? – pregunta Javiera.

-Tú sabes que no, pero me hubierai' avisado antes que me fuera del partido de tenis. Más encima me sacaron un par de Monster – dice Sofía.

-Es que se me ocurrió después – dice Javiera.

-Pues fíjate que a mí se me ocurrirá después mandarte a limpiar todo abajo, estaría bueno que lo hicierai' ahora antes que a mí se me ocurra "después" ordenártelo – dice Sofía.

A Javiera no le quedó de otra que ordenar todo lo que quedó de la junta que organizó con sus amigos, botar los envoltorios vacíos de los aperitivos al basurero, barrer migajas, además de lavar los vasos, platos y dejarlos donde corresponde. Pudo haberle pedido ayuda a Pablo antes de ofrecerle seguir bebiendo, pero no se arrepiente de sus actos.


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