Todo comenzó un lunes 23 de enero, me levante temprano, ya que este era día de escuela,pero no seria el típico día de ir a chismear con mis amigas, de salir tarde del colegio e ir a casa agotada a tirarme a la cama.
Empieza mi historia...
-17 de septiembre de 2014-
Mi nombre es Lizbeth, Lizbeth Daiamon tengo 15 años, vivo en la Los Ángeles, California, mi padre se llama George, mi madre Alejandra, mi hermano (por desgracia) se llama George al igual que mi padre.
Era un día normal,bueno sábado mi padre llego con una sonrisa que la verdad muy pocas vecez la veia , ya que siempre estaba estresado del trabajo y eran pocos los momentos juntos en familia, como decía, llego muy feliz al instante nos contó y es que lo habían ascendido, estaba muy feliz por el, ya que se había esforzado, la alegría no duro mucho , ya que igual nos dijo que teníamos que mudarnos a México por su ascenso lo mas antes posible, ese día le conté a mi grupos de amigas, las mejores. No podía dormir tranquila no me imaginaba como seria todo alla , ¿yo en México? ¿que pasara con mis amigos? ¿mi casa? ¿mis recuerdos? tantas preguntas en mi mente, me traían un poco harta.
Llego el dia , jamas había visto la casa completamente vacía, no había nada, todo lo habían subido al camión.
-¡Ya nos vamos Liz!- grito mi papá desde abajo.
-Voy, conteste ya que no quería hacer esperar mucho y baje muy rápido, aparte que no quería que me vieran llorar, no soy de esas personas tan sentimentales, pero esto sin duda alguna me dolía.
20 de diciembre 2014.
Mis días eran aburridos no conocía la ciudad y ni siquiera tenia red para contarle a mis amigas de esto, la casa nueva era.. Bueno no me podía quejar tenia 4 habitaciones con baño y grandes ventanas, una gran sala que conectaba con el comedor, la cocina no era tan grande pero tenia un tablón que daba para el comedor, un patio muy grande que tenia piscina, era hermosa.
Ya casi era navidad y aun teníamos que acomodar las cosas dentro de la casa, esto era muy agotador que hasta se nos olvido poner el arbolito de navidad, eso casi no importaba ya que en L.A , casi nunca pasamos las navidades en la casa, siempre en restaurantes, con la familia o amigos.
