Amistad Silenciosa

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A los cuatro años no fui a ninguna escuela, antes vivíamos en la casa de mi tío pero él ya había conseguido una familia, no queríamos estar de arrimados, así que alquilamos una casa en otro distrito, y mis papás eran jóvenes, habían muchos gastos, más mi nuevo hermanito, y ya no había ni para mandarme a estudiar, mi mamá fue mi profesora, aprendí a leer a esa edad.

En ese año pasamos por una casa más, finalmente nos fuimos a vivir donde trabajaba mi papá, era un bonito lugar pero hubieron problemas y volví al lugar donde nací y estudié, esta vez vivíamos donde un primo de mi papá que alquilaba el segundo piso, cerca de donde vivía a los tres años, ahora tenía cinco años.

Ese año tenía que estudiar sí o sí, pero me faltaba un año, como la directora me conocía y sabía que era buena alumna, me aceptó.

Y seguía siendo tímida, esta vez estudiaba con mis dos primos, uno dos meses mayor que yo, y el otro un mes mayor que yo, estábamos en el mismo salón pero ni con ellos hablaba.

A la hora de recreo, todos jugaban, y yo siempre me paraba en un rincón, ya no estaba ni Dennise para hablarme, pero me di cuenta que había una niña de mi salón que tampoco hablaba, y cada vez que sonaba el timbre del recreo, se paraba junto a mí en ese rincón del patio.

Ni estando juntas hablábamos, solo mirábamos a los otros jugar, era como una amistad muda, siempre quise hablarle pero a pesar que estábamos juntas, no decíamos nada.

Se llamaba Verónica y éramos las más altas del salón, yo más que todos, ella después de mí.

A mitad del año, la directora le dijo a mi mamá que yo estaba adelantada a lo que hacían en el salón, ellos recién aprendían las vocales, y yo ya sabía leer, iba a ser una pérdida de tiempo seguir ahí, así que le preguntó si aceptaba que me pasaran a la primaria, mi mamá estaba un poco asustada porque pensaba que me iba a chocar, pero al final aceptó.

Mi amiga y mi no tan amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora