Beso Forzado

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Casi finalizando el año, mis compañeras y Rosa me decían que yo le gustaba a uno de mis compañeros llamado Raúl, yo no entendía nada de ese tema así que no le daba importancia, y ese niño ni me hablaba.

En noviembre llegó un alumno transferido, ya que se había mudado a nuestro barrio, se llamaba Jefferson, era un niño tranquilo.

Un día, a la hora de recreo, habían niños corriendo, yo caminaba con Rosa y mis compañeras, en eso Jefferson que estaba jugando con sus nuevos amigos, de casualidad chocó conmigo, me empujó fuerte por detrás y me caí de rodillas, no estaba acostumbrada a caerme, así que me dolió tanto que me puse a llorar.

El recreo no acababa, mis compañeras me llevaron al salón entre hombros y Rosa trajo también a Jefferson, cuando estábamos en el salón, le dijeron a él que se disculpe conmigo, se veía en su cara que no lo había hecho adrede, estaba muy apenado y me pidió disculpa, yo más calmada le dije que no se preocupe y acepté sus disculpas.

Pero estas niñas querían más, y le dijeron a Jefferson que me besara en la mejilla, yo dije que no era necesario, y veía a él que quería salir ya al recreo que se acababa, pero ellas no lo dejaban salir.

"El beso o no sales", no pensé que a la edad de seis años tuvieran esas cosas en su mente, el recreo se acababa y no le quedó otra cosa que darme un beso, no era por vergüenza que él no quería hacerlo, si no por esa rivalidad que hay entre niños y niñas, y también porque a esa edad piensan que el amor y las cosas melosas son asquerosas.

Me besó en la mejilla y se fue, las niñas me miraban con caras pícaras, yo seguía sin entender el porqué del pedido.

Cuando queríamos salir del salón a disfrutar los últimos minutos del recreo, vimos que Raúl estaba en la puerta, super molesto, nos vio y se fue.

Desde ese día había una rivalidad entre ellos dos por parte de Raúl, y se molestó más cuando se enteró que mi pareja de promoción del kinder iba a ser Jefferson (el profesor lo eligió), en ese momento me daba igual los dos, ahora me da mucha risa, tan niños y pensando en esas cosas.

Terminó el año escolar, hice mi graduación del kinder y nos mudamos de nuevo al trabajo de mi papá, ya se habían arreglado las cosas.

A los ocho años volví a ver a Rosa de lejos, ella no me vio, nunca nos volvimos a hablar, hasta puedo asegurar que ya no se acuerda de mi, y yo igual, su cara se borró de mi mente, solo sé que era de tez trigueña y usaba dos trenzas, que será de ella.

Mi amiga y mi no tan amigaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora